El Equipo de Micaela
Micaela era una niña apasionada por el fútbol. Desde pequeña, veía los partidos con su papá y soñaba con ser arquera en un equipo profesional.
Pero SP Victoria, el club de fútbol más importante de la ciudad, solo tenía equipos masculinos. Un día, Micaela decidió ir a hablar con el presidente del club para pedirle que formara un equipo femenino.
El presidente la recibió amablemente pero le dijo que no había suficiente interés por parte de las chicas para formar un equipo. Micaela no se rindió y decidió buscar a otras niñas interesadas en jugar al fútbol. Con la ayuda de su mamá, hizo volantes y los repartió en el barrio.
Al poco tiempo, se presentaron varias niñas dispuestas a formar un equipo. El problema era que no tenían dónde entrenar ni jugar partidos. Micaela recordó que cerca de su casa había una cancha abandonada y decidió limpiarla junto con sus compañeras.
También pidieron prestado material deportivo a amigos y familiares para poder entrenar. Los días pasaban y cada vez eran más las chicas que se sumaban al equipo. Pero aún así, seguían sin tener oponentes contra quienes jugar partidos.
Entonces Micaela tuvo una idea: organizaron un torneo entre ellas mismas. El torneo fue todo un éxito y llamó la atención del presidente del club SP Victoria, quien asistió como espectador junto con algunos directivos del club.
Quedaron impresionados por el talento de las chicas y decidieron formar oficialmente un equipo femenino. Micaela estaba emocionada al ver que su sueño se había hecho realidad. Ahora ella y sus compañeras podrían jugar al fútbol como siempre habían querido.
Y así, Micaela demostró que con perseverancia y trabajo en equipo, se pueden alcanzar los sueños más grandes.
FIN.