El equipo de Tomás



En el colegio de la ciudad había un grupo de niños y niñas que se reunían todos los días en el patio para jugar y hacer deporte. Era el grupo de educación física, dirigido por la profesora Ana.

Un día, mientras estaban jugando al fútbol, llegó un nuevo chico llamado Tomás. Era tímido y no conocía a nadie en la escuela. Los demás niños lo miraron con curiosidad pero siguieron jugando sin prestarle atención.

Tomás se quedó sentado en una banca mirando a los otros jugar.

La profesora Ana notó su presencia y se acercó a él:- Hola Tomás, ¿quieres venir a jugar con nosotros? - No sé si soy muy bueno en deportes - respondió tímidamente Tomás. - No te preocupes por eso, lo importante es divertirse y hacer amigos - le dijo la profesora Ana sonriendo. Tomás aceptó la invitación y se unió al juego.

Al principio era torpe y cometía errores, pero poco a poco fue mejorando gracias a los consejos de sus nuevos amigos. Después del partido, todos se sentaron juntos para descansar y tomar agua.

La profesora Ana les preguntó:- ¿Qué les parece si organizamos una carrera para el próximo jueves? Podemos invitar a otras escuelas también. Los niños gritaron emocionados ante la idea de competir contra otros equipos. Pero entonces uno de ellos levantó la mano:- Profesora Ana, ¿y qué pasa si perdemos? Nos sentiríamos mal.

La profesora sonrió comprensiva:- Lo importante no es ganar o perder, sino participar y hacer nuestro mejor esfuerzo. Además, siempre podemos aprender de nuestras derrotas para mejorar en el futuro. Los niños asintieron, comprendiendo la lección.

Y así comenzaron a entrenar duro para la carrera, motivados por el desafío y la camaradería del grupo. El día de la carrera llegó y los niños estaban nerviosos pero emocionados.

Corrieron con todas sus fuerzas, apoyándose mutuamente y disfrutando del deporte y la amistad. Aunque no ganaron el primer lugar, los niños se sintieron orgullosos de su esfuerzo y felicitaron a los otros equipos con deportividad.

La profesora Ana les dio un abrazo grupal:- ¡Estoy muy orgullosa de todos ustedes! Han demostrado que lo importante no es ganar o perder, sino divertirse juntos haciendo deporte y aprendiendo valores como el trabajo en equipo, la perseverancia y el respeto hacia los demás.

Desde ese día, Tomás se integró al grupo de educación física y encontró nuevos amigos que lo ayudaron a superar su timidez. Y todos siguieron jugando juntos con alegría y entusiasmo cada día en el patio del colegio.

FIN.

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