El Equipo Estelar del Fútbol
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Fútbolandia, tres amigos muy talentosos: Cristiano, Mbappé y Messi. Aunque eran grandes futbolistas, cada uno tenía su propio estilo de juego. Cristiano era fuerte y rápido, con un gran salto.
Mbappé era ágil y veloz como el viento. Y Messi, aunque era bajito comparado con sus amigos, poseía una habilidad única para regatear y marcar goles.
Un día soleado, los tres amigos se encontraban entrenando en la cancha del pueblo cuando Cristiano comenzó a burlarse de Messi por su estatura y país de origen. Mbappé se rió también al principio, pero luego se dio cuenta de que eso no estaba bien.
"¡Eh Messi! ¿Cómo puedes jugar al fútbol siendo tan bajito? ¡Pareces un enano!"- dijo Cristiano entre risas. Messi sintió tristeza en su corazón por las palabras hirientes de sus amigos.
Pero decidió no dejarse llevar por la tristeza y respondió con calma:"Cada uno tiene sus propias fortalezas y debilidades. No importa mi estatura o mi país de origen. Lo importante es cómo juego al fútbol"-.
Mbappé reflexionó sobre lo que había dicho Cristiano y decidió intervenir para poner fin a la burla:"Cristiano, eso no está bien. Todos somos buenos jugadores a nuestra manera. Messi ha demostrado ser uno de los mejores futbolistas del mundo sin importar su altura o su país"-.
Cristiano pensó por un momento en las palabras de sus amigos y se dio cuenta de que había sido injusto con Messi. Se disculpó sinceramente y prometió no volver a burlarse de él.
A partir de ese día, los tres amigos decidieron trabajar juntos para mejorar sus habilidades en el fútbol. Comenzaron a entrenar juntos, compartiendo consejos y apoyándose mutuamente. Con el tiempo, los tres se convirtieron en futbolistas reconocidos a nivel mundial. Cristiano demostró que su fuerza y salto eran imparables.
Mbappé deslumbraba con su velocidad y habilidad para regatear. Y Messi seguía maravillando al mundo con su destreza única.
En cada partido que jugaban, los tres amigos recordaban la importancia de respetar las diferencias entre ellos y valorar lo que cada uno aportaba al equipo. Aprendieron que no importa de dónde vienen o cómo lucen, lo que realmente importa es cómo juegan al fútbol y cómo tratan a los demás.
Y así fue como Cristiano, Mbappé y Messi se convirtieron en un ejemplo para todos los niños de Fútbolandia: un equipo unido donde la amistad y el respeto prevalecían por encima de todo.
La moraleja de esta historia es que debemos aceptarnos tal como somos, sin juzgar ni burlarnos de las diferencias de los demás. En lugar de eso, podemos aprender a trabajar juntos y apreciar lo valioso que cada persona puede ser en nuestra vida.
FIN.