El equipo imparable de Camila y Mía



En un día soleado y caluroso, Camila y Mía decidieron ir al parque a jugar voleibol. Ambas niñas estaban muy emocionadas por pasar la tarde practicando su deporte favorito.

Al llegar al parque, buscaron un lugar adecuado para armar la red y comenzar a jugar. Camila era muy buena en el saque, mientras que Mía se destacaba por sus habilidades en la recepción. Juntas formaban un gran equipo y se complementaban perfectamente en la cancha.

- ¡Listas para ganar este partido! - exclamó Camila con entusiasmo mientras sostenía la pelota en sus manos. - ¡Claro que sí! Vamos a dar lo mejor de nosotras - respondió Mía con una sonrisa.

El partido comenzó y ambas niñas demostraron su destreza en cada jugada. El marcador estaba parejo, pero Camila y Mía no perdían el ánimo. Se motivaban mutuamente y se apoyaban en los momentos difíciles.

De repente, durante uno de los puntos más disputados del partido, la pelota quedó cerca del borde de la cancha. Sin dudarlo, Mía se lanzó hacia ella con determinación y logró devolverla justo a tiempo. El público que las observaba aplaudió emocionado ante esa increíble jugada.

- ¡Increíble Mía, qué salvada! - gritó Camila emocionada. - ¡Gracias! Tenemos que seguir luchando juntas - respondió Mía con determinación. El partido continuó reñido hasta llegar al punto decisivo.

Con el marcador empatado, ambas niñas sabían que debían esforzarse al máximo para llevarse la victoria. Fue entonces cuando Camila tomó impulso y realizó un potente saque que dejó sin posibilidades al equipo contrario de devolverla.

- ¡Punto y juego para nosotras! ¡Lo logramos! - exclamó Camila emocionada mientras abrazaba a Mía. Ambas niñas celebraron su victoria con alegría y orgullo. Se dieron cuenta de lo importante que era trabajar en equipo, apoyarse mutuamente y nunca rendirse ante los desafíos.

Habían demostrado que con esfuerzo, dedicación y amistad podían alcanzar cualquier meta que se propusieran. Desde ese día, Camila y Mía siguieron jugando voleibol juntas, aprendiendo nuevas técnicas e inspirándose mutuamente para ser mejores cada día.

Su historia se convirtió en ejemplo de perseverancia y compañerismo para todos los niños del parque que las veían jugar con pasión y alegría.

FIN.

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