El equipo imparable de Martina y Sofía



Martina y Sofía eran dos niñas muy distintas. Martina era alta, delgada y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Sofía, por otro lado, era bajita y un poco más rellenita que su amiga.

Pero ambas compartían una pasión: la gimnasia. Desde pequeñas habían soñado con ser gimnastas profesionales, pero sabían que no sería fácil. A pesar de eso, entrenaban todos los días con mucho esfuerzo y dedicación.

Un día, mientras estaban practicando en el gimnasio del barrio, se encontraron con un cartel que anunciaba un campeonato de gimnasia para niños y jóvenes de toda la ciudad. -¡Tenemos que participar! -exclamó Martina emocionada. -¿Estás segura? No sé si estamos listas -respondió Sofía un poco insegura.

Pero Martina no se dejó desanimar por la falta de confianza de su amiga y juntas comenzaron a prepararse para el gran evento. Los días pasaban y las dos niñas seguían entrenando duro para mejorar sus habilidades en la gimnasia.

Sin embargo, cuando faltaba solo una semana para el campeonato, Sofía sufrió una lesión en uno de sus tobillos durante un entrenamiento. -¡No puedo competir! Mi tobillo está lastimado -dijo Sofía tristemente.

-Podemos buscar otra pareja o incluso hacerlo solas -propuso Martina decidida a no darse por vencida. Finalmente decidieron presentarse al campeonato como equipo individual sin pareja.

La competencia fue muy dura pero las dos niñas demostraron todo lo aprendido y sorprendieron a todos con su gracia y destreza en el escenario. Cuando llegó la hora de la premiación, Martina y Sofía estaban muy nerviosas. Pero cuando anunciaron que habían ganado el primer lugar, no podían creerlo. Saltaron de alegría abrazándose fuertemente. -¡Lo logramos! -exclamó Sofía.

-Sí, gracias por no darte por vencida -respondió Martina sonriendo. A partir de ese día, las dos niñas se convirtieron en un equipo imparable.

Continuaron entrenando juntas y participando en competencias cada vez más importantes hasta convertirse en gimnastas profesionales reconocidas a nivel mundial. Martina y Sofía demostraron que con esfuerzo, dedicación y perseverancia se pueden cumplir los sueños más grandes.

FIN.

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