El equipo maravilloso



Había una vez en una pequeña escuela llamada "El Arco Iris", un grupo de trabajadores muy especiales. Estaban el chef Miguel, la maestra Laura, el director Alejandro, la secretaria Sofía, la enfermera Carolina y el conserje Martín.

Un día soleado, todos se encontraron en la sala de profesores para tomar su café de la mañana. - Buenos días a todos - saludó Alejandro. ¿Cómo están hoy? - ¡Buenos días! - respondieron al unísono los demás.

- Yo estoy emocionado porque hoy prepararé mi famoso pastel de chocolate para el almuerzo - dijo Miguel mientras revolvía una olla llena de masa. - ¡Qué rico! Ese pastel siempre es un éxito entre los niños - exclamó Laura.

- Sí, pero me preocupa que algunos niños no estén comiendo lo suficiente. Quizás debamos buscar formas más creativas para animarlos a probar nuevos alimentos - sugirió Sofía. - Tienes razón, Sofía.

Necesitamos hacer que las comidas sean divertidas y atractivas para ellos - agregó Alejandro. En ese momento entró Carolina corriendo a la sala de profesores con un niño en sus brazos. - ¡Ayuda! Este niño se ha lastimado jugando en el patio.

Necesita atención médica urgente - dijo preocupada. Todos salieron corriendo hacia la enfermería mientras Carolina examinaba al niño herido y le daba los primeros auxilios.

Mientras tanto, Martín estaba ocupado limpiando las áreas comunes de la escuela cuando vio algo inusual en uno de los pasillos: una pintura desgastada en la pared. - Esto no puede ser - exclamó Martín.

- ¡Necesito arreglarlo de inmediato! Martín tomó su caja de herramientas y comenzó a trabajar en la reparación, asegurándose de que el pasillo se viera impecable para cuando los niños regresaran de clase. Después de un rato, todos volvieron a reunirse en la sala de profesores. - Gracias Carolina por cuidar tan bien del niño herido - dijo Alejandro.

Eres una enfermera increíblemente dedicada. - Y gracias Martín por mantener nuestra escuela limpia y segura para todos - añadió Laura. Siempre haces un gran trabajo. - Y tú Miguel, ese pastel estuvo delicioso como siempre - comentó Sofía con una sonrisa.

- Gracias a todos por trabajar juntos como un equipo. Juntos hacemos que esta escuela sea especial y acogedora para nuestros estudiantes - expresó Alejandro con gratitud.

Y así, cada día, estos trabajadores continuaron esforzándose para hacer de "El Arco Iris" un lugar donde los niños pudieran aprender, crecer y sentirse amados. Con su dedicación y colaboración, lograron crear un ambiente educativo inspirador que dejaba huella en el corazón de cada niño que pasaba por sus puertas.

FIN.

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