El Equipo Volador


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Colchón, una niña llamada Martina. Martina era una niña muy curiosa y soñadora, siempre buscaba aventuras en cada rincón de su hogar.

Un día, mientras exploraba el desván de su casa, encontró algo que la dejó boquiabierta: ¡una cama voladora! Era una cama antigua y polvorienta, pero tenía unas alas mágicas que le permitían volar por los cielos como un pájaro. Martina no podía creer lo que veía.

Se subió a la cama con mucha emoción y tocó las alas con ternura. En ese momento, las alas se abrieron lentamente y comenzaron a batir fuertemente. La cama despegó del suelo y empezó a elevarse hacia el cielo.

Martina estaba tan emocionada que no sabía qué hacer primero. Decidió volar hasta la escuela para contarle a sus amigos sobre su increíble descubrimiento.

Al llegar a la escuela, todos los niños se asombraron al verla llegar en una cama voladora. "-¡Hola chicos! ¡Miren lo que encontré!", exclamó Martina emocionada. - Los niños rodearon la cama maravillados y preguntaron cómo había conseguido esa maravilla. Martina les explicó todo sobre el hallazgo en el desván de su casa.

Todos estaban fascinados y querían ser parte de esta aventura única en sus vidas. Decidieron formar un equipo para explorar juntos nuevos lugares desde las alturas. Así comenzaron sus viajes por los cielos.

Volaban sobre montañas, atravesaban nubes esponjosas y se deslizaban por ríos de aire fresco. Descubrieron paisajes hermosos que nunca antes habían visto desde tierra firme. Un día, mientras volaban cerca de un bosque encantado, escucharon un ruido extraño.

"-¿Qué será eso?", preguntó Martina con curiosidad. Decidieron acercarse al sonido para investigar. Cuando llegaron al lugar del ruido, encontraron a una familia de pájaros en apuros.

Los polluelos estaban atrapados en lo alto de un árbol muy alto y no podían volar hacia abajo. Martina y sus amigos sabían que tenían que ayudarlos. Con valentía, uno a uno fueron rescatando a los pequeños pajaritos y los llevaron a un lugar seguro en la cama voladora.

Los pájaros les hicieron saber su gratitud cantando melodías dulces mientras volaban junto a ellos. Martina y sus amigos se sintieron felices por haber ayudado a esos animalitos indefensos.

Aprendieron una lección importante: siempre debemos estar atentos para ayudar cuando alguien lo necesita, sin importar si tiene alas o patas. A partir de ese día, Martina y sus amigos formaron el "Equipo Volador", dedicados a proteger la naturaleza y ayudar a todos aquellos seres que necesitaran su ayuda desde las alturas.

La historia de la cama voladora se extendió por todo el pueblo y más niños comenzaron a soñar con aventuras similares. La amistad entre ellos creció aún más fuerte gracias al poder transformador de la cama voladora.

Y así, Martina y sus amigos continuaron volando por los cielos, explorando nuevos lugares y ayudando a quienes lo necesitaban. La cama voladora se convirtió en un símbolo de amistad, valentía y generosidad para todos los habitantes de Villa Colchón.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

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