El escape solidario


Había una vez en un zoológico de la ciudad, un grupo de animales muy inquietos que soñaban con escapar y vivir en libertad.

Entre ellos estaban Panchito el mono travieso, Matilda la jirafa curiosa, Tito el león valiente y Lila la cebra velocista. Un día, mientras los visitantes del zoológico se maravillaban con la belleza de los animales, estos decidieron poner en marcha su plan de escape. "¿Están listos para la aventura?"- preguntó Panchito emocionado.

"¡Sí! ¡Queremos ser libres!"- respondieron al unísono sus amigos. Con astucia y trabajo en equipo, lograron abrir las puertas de sus jaulas y correr hacia la salida del zoológico.

El guardia del lugar intentó detenerlos, pero Tito rugió tan fuerte que asustó al hombre y pudieron salir sin problemas. Una vez afuera, los animales se sentían felices de estar libres. Corrieron por el campo, disfrutando del sol y el aire fresco.

Sin embargo, pronto comenzaron a darse cuenta de que no todo era fácil fuera del zoológico. No tenían comida garantizada ni un refugio seguro.

Matilda miró a sus amigos con preocupación y les dijo: "Creo que cometimos un error al escapar sin pensar en las consecuencias. La libertad es maravillosa, pero también implica responsabilidad. " Los demás asintieron pensativos. Decidieron regresar al zoológico voluntariamente esa misma tarde. El guardia se sorprendió al verlos llegar por su cuenta y les abrió las puertas.

Los animales ingresaron a sus jaulas con humildad y gratitud. Desde ese día, aunque seguían viviendo en cautiverio, los animales aprendieron a valorar lo que tenían: comida asegurada, cuidados diarios y un hogar donde sentirse protegidos.

Se prometieron entre ellos nunca más intentar escapar sin pensar antes en las consecuencias. La moraleja de esta historia es que la libertad es importante, pero también lo son la responsabilidad y el agradecimiento por lo que tenemos.

A veces buscamos algo mejor sin apreciar lo bueno que ya tenemos a nuestro alrededor.

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