El escenario de la selva
Los orangutanes se divertían mucho en la selva. Saltaban de árbol en árbol, comían frutas y bailaban al ritmo de la música que tocaba el mono DJ. Pero un día, mientras bailaban, escucharon unas voces que los interrumpieron.
- ¿Qué está pasando aquí? -preguntó una lechuza molesta-. ¡No puedo dormir con tanto ruido! Los orangutanes se detuvieron y miraron a las lechuzas que habían llegado para chusmear.
Se sintieron tristes porque no querían molestar a nadie, pero tampoco querían dejar de disfrutar. - Lo siento mucho -dijo el orangután líder-, no sabíamos que estabas durmiendo. - Es lunes y mañana tenemos que trabajar temprano -explicó otra lechuza-. Necesitamos descansar.
Los orangutanes entendieron la situación y decidieron hacer algo para solucionarlo. Pensaron en una idea muy creativa: construir un escenario más grande y alejado de las casas de las lechuzas para poder seguir bailando sin molestarlas.
Durante varios días trabajaron juntos para construir el nuevo escenario. Los orangutanes cortaron ramas y hojas para formar un gran techo con sombra, mientras que los monos carpinteros tallaban maderas para hacer una plataforma sólida donde todos pudieran saltar sin peligro. Finalmente, el gran día llegó.
Las lechuzas se asombraron cuando vieron el nuevo escenario: era tan grande como un coliseo romano pero hecho completamente con materiales naturales. Los orangutanes subieron al escenario y comenzaron a bailar con más energía que nunca.
- ¡Esto es increíble! -dijo una lechuza sorprendida-. No puedo creer lo hermoso que quedó todo. Los orangutanes sonrieron al ver la felicidad de las lechuzas.
Bailaron toda la tarde sin parar, pero esta vez mucho más alejados de las casas de sus vecinas. Y así, todos pudieron disfrutar sin molestar a nadie. Desde ese día, los orangutanes aprendieron una valiosa lección: siempre hay una solución creativa para los problemas.
Además, descubrieron que trabajar juntos y respetar a los demás es importante para vivir en armonía en la selva.
FIN.