El esfuerzo de Lali y Nico


Había una vez una niña llamada Lali, quien era muy trabajadora y siempre se esforzaba al máximo en todo lo que hacía.

Le encantaba estudiar y aprender cosas nuevas, por lo que pasaba muchas horas leyendo libros y haciendo sus tareas escolares. Un día, Lali se enteró de que había un examen muy importante en su escuela. Este examen determinaría si ella pasaría de grado o no, así que decidió poner todo su empeño en prepararse para ello.

Se sentaba en su escritorio todas las tardes después de la escuela y se sumergía en sus libros de texto. Lali tenía un amigo llamado Nico, quien también iba a presentar el mismo examen.

Juntos decidieron formar un equipo de estudio para ayudarse mutuamente a comprender mejor los temas difíciles. Pasaban horas resolviendo problemas matemáticos, practicando lectura comprensiva y repasando conceptos importantes.

A medida que avanzaban los días, Lali comenzó a notar cómo su esfuerzo estaba dando frutos. Sus calificaciones empezaron a mejorar significativamente y cada vez se sentía más segura sobre los temas del examen. Sin embargo, justo cuando pensaba que lo tenía todo bajo control, algo inesperado ocurrió.

Una semana antes del examen, el profesor anunció que habría cambios en el temario. Esto tomó por sorpresa a todos los estudiantes, incluida Lali.

Ella se sintió desanimada por un momento, pero rápidamente recordó cuánto había trabajado hasta ese momento y decidió no rendirse. "-¡Nico! ¡Tenemos que adaptarnos rápido! Tenemos una semana para aprender estos nuevos temas. ¡Vamos a hacerlo juntos!", exclamó Lali con determinación. Durante los siguientes días, Lali y Nico se reunieron aún más para estudiar los nuevos contenidos.

Buscaron información adicional en libros de la biblioteca y en internet, y aprovecharon el tiempo libre entre clases para repasar lo aprendido. Finalmente, llegó el día del examen.

Lali estaba nerviosa pero confiada en que había hecho todo lo posible por prepararse. Cuando recibió su hoja de respuestas, se concentró y respondió cada pregunta con calma y seguridad. Pasaron varios días hasta que finalmente llegaron las calificaciones del examen.

La maestra entregó las hojas a todos los estudiantes y les pidió que las revisaran sin decir nada hasta el final. Lali abrió su hoja expectante y comenzó a leer sus respuestas una por una. Para su sorpresa, todas estaban correctas.

No podía contener su emoción y sonrió ampliamente mientras miraba hacia Nico, quien también tenía una gran sonrisa en su rostro. El profesor anunció entonces las calificaciones de todos los estudiantes en voz alta.

Lali había obtenido la máxima puntuación del examen junto con Nico, siendo ambos reconocidos como los mejores alumnos de la clase. Lali no pudo evitar sentirse orgullosa de sí misma por todo el esfuerzo que había puesto en prepararse para ese momento tan importante.

Se dio cuenta de que cuando uno trabaja duro y no se rinde ante los obstáculos, puede alcanzar cualquier meta que se proponga. Desde aquel día, Lali siguió siendo una niña trabajadora e inspiradora para todos sus compañeros de clase.

Siempre recordaba la importancia de estudiar con dedicación y nunca dejar de esforzarse por sus metas. Y así, Lali demostró a todos que cuando uno se esfuerza al máximo, los sueños pueden hacerse realidad.

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