El Espejo Mágico del Dragón Malvado
Había una vez tres hermanos: Santino, Martina y Renata. Ellos vivían en una pequeña casa en el campo rodeada de flores y árboles frutales. Los tres hermanos eran muy unidos y se querían mucho.
Santino era el mayor y siempre estaba pendiente de sus hermanas. Era muy inteligente y le encantaba leer libros sobre ciencia y tecnología. Martina era la del medio, era muy creativa y le gustaba hacer manualidades con materiales reciclados.
Renata era la más pequeña, pero también la más valiente. Siempre jugaba al aire libre sin importarle ensuciarse o lastimarse.
Un día, mientras los tres hermanos estaban jugando en el jardín, encontraron un espejo mágico que había sido abandonado por un mago hace muchos años atrás.
- ¡Miren lo que encontré! -exclamó Santino emocionado- ¡Es un espejo mágico! - ¿De verdad? -preguntó Martina intrigada- ¿Qué podemos hacer con él? Renata, como siempre, no tenía miedo a nada e inmediatamente se acercó al espejo para ver su reflejo. De repente, el espejo comenzó a brillar intensamente y una voz resonó en toda la habitación.
- Hola mis queridos amigos -dijo la voz del mago desde dentro del espejo- Soy el mago Merlín y he venido a pedir su ayuda para salvar mi reino de las garras del malvado dragón que lo está atacando. Los tres hermanos se miraron entre sí convencidos de que podían ayudar al mago.
- ¿Qué podemos hacer para ayudarte? -preguntó Santino decidido. - Necesito que encuentren la espada mágica que se encuentra en el bosque encantado. Con ella, podrán derrotar al dragón y salvar mi reino -respondió Merlín.
Los tres hermanos no lo dudaron ni un segundo y se pusieron en marcha hacia el bosque encantado. Durante su camino, tuvieron que superar muchos obstáculos y peligros, pero siempre estuvieron juntos y se apoyaron mutuamente. Finalmente, llegaron a una cueva donde encontraron la espada mágica.
La tomaron con cuidado y regresaron al castillo del mago Merlín para enfrentarse al temible dragón. El combate fue muy difícil y peligroso, pero los tres hermanos lucharon valientemente hasta vencer al dragón con la espada mágica.
El mago Merlín estaba muy agradecido por su ayuda y les recompensó convirtiéndolos en los nuevos guardianes del reino. Desde ese día en adelante, Santino, Martina y Renata protegieron el reino de las fuerzas oscuras con valor e inteligencia.
Y así demostraron que juntos pueden lograr cualquier cosa si trabajan en equipo y confían en sí mismos.
FIN.