El espíritu del viejo Jenkins



Había una vez un grupo de amigos muy valientes y aventureros que se llamaban Martín, Sofía, Lucas y Valentina. A ellos les encantaba explorar lugares misteriosos y emocionantes, pero su mayor pasión era investigar casas embrujadas.

Un día, mientras buscaban en internet nuevas casas para explorar, encontraron una muy especial: la Casa del Viejo Jenkins. Según los rumores del pueblo, esta casa tenía una historia escalofriante.

Se decía que el viejo Jenkins había sido un mago malvado que había desaparecido hace muchos años y que su espíritu aún habitaba en la casa. El grupo de amigos no pudo resistirse a la tentación de descubrir si los rumores eran ciertos o solo leyendas urbanas.

Así que decidieron visitar la Casa del Viejo Jenkins esa misma tarde. Cuando llegaron a la casa abandonada, notaron algo extraño. La puerta principal estaba entreabierta como si alguien hubiera entrado recientemente.

Martín fue el primero en entrar con mucho cuidado seguido por sus amigos. Dentro de la casa todo estaba oscuro y lleno de polvo. Los chicos sacaron sus linternas y comenzaron a explorar cada rincón.

Pasillos estrechos, habitaciones vacías y muebles antiguos eran lo único que encontraban hasta ese momento. Pero justo cuando pensaban que todo era un engaño y no había nada sobrenatural en esa casa, escucharon un ruido proveniente del sótano. Era como si alguien estuviera arrastrando cadenas por el suelo.

- ¿Escuchaste eso? - dijo Sofía con voz temblorosa. - Sí, suena como si el viejo Jenkins estuviera aquí - respondió Lucas, tratando de mantener la calma. Sin pensarlo dos veces, los amigos se dirigieron al sótano.

Bajaron las escaleras con mucho cuidado y allí encontraron una sala llena de libros antiguos y extraños objetos mágicos. De repente, una figura sombría apareció frente a ellos. Era el espíritu del Viejo Jenkins.

Tenía una sonrisa malvada en su rostro y les dijo:- ¡Intrusos! ¿Qué hacen en mi casa? Los amigos se miraron unos a otros sin saber qué hacer.

Pero Sofía, siempre valiente y decidida, tomó la palabra:- Señor Jenkins, solo queremos conocer su historia y descubrir si los rumores sobre esta casa son ciertos. El espíritu pareció sorprendido por la respuesta de Sofía. Lentamente perdió su aspecto amenazante y comenzó a contarles su triste historia.

Resulta que el viejo Jenkins no era un mago malvado como decían los rumores. En realidad, era un hombre solitario que había perdido a su familia en un incendio años atrás. Desde entonces vivió recluido en esa casa sin ser molestado por nadie hasta que desapareció misteriosamente.

Los amigos comprendieron que el espíritu del Viejo Jenkins solo buscaba compañía y alguien que escuchara su historia. Decidieron ayudarlo a encontrar paz llevando sus objetos mágicos al museo local para que todos pudieran conocer su historia.

Así fue como Martín, Sofía, Lucas y Valentina aprendieron una valiosa lección: nunca juzgar a alguien por su apariencia o los rumores que se escuchan. Todos tienen una historia y es importante escucharla antes de sacar conclusiones.

Desde ese día, el grupo de amigos siguió explorando casas abandonadas, pero ahora siempre recordaban la importancia de ser comprensivos y solidarios con las personas que encontraban en su camino.

Y cada vez que pasaban por la Casa del Viejo Jenkins, sentían un cálido agradecimiento en sus corazones.

FIN.

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