El Esquimal Kimo y Su Mundo Helado



Era una vez un lindo esquimal llamado Kimo que vivía en un lugar muy frío, lleno de nieve y hielo. Cuando Kimo despertaba en su casa, siempre se preparaba para un nuevo día de aventuras. Su casa, un iglú, estaba hecha de bloques de hielo y era muy cálida por dentro, gracias a la forma en que estaba construida.

"¡Hola! Soy Kimo, y hoy les voy a mostrar cómo me visto y qué como cada día!" decía siempre con una sonrisa.

Kimo comenzó a vestirse. Primero, se ponía un abrigo de piel de foca, hermoso y muy abrigado.

"Este abrigo me mantiene caliente cuando salgo a jugar en la nieve", explicaba.

Luego, se calzaba unas botas gruesas que estaban hechas de piel también. A continuación, se ponía un gorro que tenía unas orejeras enormes para protegerse del frío.

"¡Miren qué lindo mi gorro!" decía mientras giraba sobre sí mismo, con mucha alegría.

Después de vestirse, Kimo salió de su iglú. Afuera, todo era blanco y brillante. Su casa estaba rodeada de montañas de nieve y a lo lejos, podía ver la inmensidad del océano que se congelaba en ciertos lugares. Un lugar perfecto para jugar con sus amigos.

Kimo tenía un grupo de amigos llamados Lili, un veloz reno, y Noko, un pequeño lobo. Cuando se juntaban, muchos ocurrían.

- “¡Vamos a jugar!" decía Lili.

- “¡Sí! Y después podríamos pescar juntos!" respondía Kimo con entusiasmo.

Jugaron a hacer muñecos de nieve, pero luego decidieron aventurarse a pescar. Kimo y sus amigos caminaban con cuidado sobre el hielo. De repente, escucharon un gran ruido: ¡CRACK! El hielo empezó a romperse.

- “¡Corre!" gritó Noko, asustado.

- “No se preocupen, vamos a esa orilla" dijo Kimo, siempre valiente.

- “Ahí seguro estamos a salvo" agregó Lili.

Con rapidez, lograron llegar a la orilla del océano helado. Allí, Kimo les enseñó cómo pescar en el agujero que habían hecho en el hielo. Con un poco de paciencia, lograron atrapar algunos peces.

- “¡Miren lo que pescamos!" exclamó Kimo, mostrando un pez brillante y plateado.

- “¡Qué rico!" dijo Lili.

- “Esto será una fiesta para todos los esquimales de la aldea" agregó Noko emocionado.

Todos juntos corrieron de vuelta al iglú de Kimo. Comenzaron a cocinar los peces sobre un fuego cálido que habían preparado.

- “Esta es mi comida favorita", dijo Kimo mientras el aroma llenaba el aire.

- “Y lo mejor de todo es que lo hacemos juntos!" agregó Lili, mientras Sorría.

Esa noche, Kimo invitó a todos los esquimales del vecindario a disfrutar de la cena. Hicieron mucho ruido, contaron historias y se rieron mientras comían pescado muy fresco. Kimo estaba feliz, no solo por la comida, sino por estar rodeado de sus amigos.

- “Siempre hay algo nuevo que aprender y compartir con quienes amamos”, reflexionó Kimo al ver a todos tan contentos.

- “¡Así siempre será! ” Respondieron juntos sus amigos.

A partir de ese día, Kimo y sus amigos decidieron que cada semana harían algo nuevo y divertido juntos, ya fuera pescar, jugar en la nieve o simplemente contar historias en la calidez de su iglú. Porque en su corazón, sabían que la verdadera aventura era la amistad y los momentos compartidos.

Y aunque a veces podían tener miedo, siempre se apoyarían los unos a los otros. Así, Kimo, Lili y Noko vivieron felices, explorando todos los secretos del país de hielo y aventuras, llenando sus días de risas y alegría.

FIN.

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