El Estofado de Lobo



Había una vez en un bosque encantado un lobo llamado León, que era conocido por su gran habilidad para cocinar. A diferencia de otros lobos, León no quería asustar ni cazar, sino compartir sus deliciosos platillos con los animales del bosque. Un día, decidió preparar un estofado especial para celebrar su amistad con todos.

Al enterarse de la comida que León iba a preparar, los animales del bosque comenzaron a murmurar.

"¿Estás seguro que deberíamos ir? Es un lobo..." - dijo Conejo, con un aire de preocupación.

"Pero es el mejor cocinero del bosque" - intervino la amable Tortuga.

"¡Sí! Además, siempre nos ha tratado con amabilidad" - agregó la ardilla.

Finalmente, los animales decidieron asistir a la cena. León, emocionado, comenzó a reunir los ingredientes para su famoso estofado. Mientras iba buscando los productos frescos, se cruzó con su amigo el ciervo.

"León, ¿qué vas a cocinar hoy?" - preguntó el ciervo, intrigado.

"¡Voy a preparar un estofado delicioso!" - exclamó León, mientras recogía hierbas aromáticas.

"¿Estofado, dices? Eso suena genial, no veo la hora de probarlo" - respondió el ciervo.

Con cada ingrediente que añadía a su olla, el aroma comenzaba a llenar el aire. Todos los animales del bosque se acercaban cada vez más, atraídos por el maravilloso olor.

Cuando la cena llegó, la pequeña casa de León estaba rebosante de amigos.

"Gracias por venir, amigos. ¡Espero que disfruten este estofado!" - dijo León, sirviendo la comida.

"¡Esto huele increíble!" - gritó la ardilla, con los ojos brillantes.

"Sí, nunca imaginé que un lobo pudiera cocinar tan bien!" - comentó Conejo, mientras tomaba su porción.

Sin embargo, en medio de la celebración, se escuchó un fuerte ruido en la puerta. Era un grupo de animales que nunca habían visto a León antes.

"¡Alto! ¿Qué está pasando aquí?" - preguntó un jabalí, muy serio.

"Estamos celebrando una cena, ven a probar el estofado de León. ¡Es delicioso!" - se animó la tortuga.

"¿Un lobo cocinando? Esto es un peligro. ¡Deberían tener cuidado!" - advirtió el jabalí.

León se sintió un poco incómodo, pero decidió hablar.

"No quiero hacerles daño. Solo quiero compartir lo que más me gusta: la comida y la amistad" - dijo con sinceridad.

"¿Pero, ¿puedes demostrarlo?" - exigió el jabalí.

"Claro, pruébenlo, ¡verán que no hay nada que temer!" - respondió León, sonriendo.

Con un poco de duda, el jabalí y sus amigos probaron el estofado. Su expresión cambió de preocupación a asombro.

"Esto... ¡es espectacular!" - admitió el jabalí, con la boca llena.

"Nunca pensé que un lobo pudiera ser chef" - reconoció otro animal.

A partir de ese día, el estofado se convirtió en la deliciosa firma de León en el bosque. Todos aprendieron que, más allá de las apariencias, lo importante es conocer a los demás y abrirse a nuevas experiencias. León, con su estofado, unió a los animales, que comenzaron a ver a los lobos de una manera diferente.

Así, en aquel bosque, el estofado de lobo se convirtió en una celebración de amistad y aceptación, y todos vivieron felices para siempre.

FIN.

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