El estornudo saludable


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Saludable, donde todos sus habitantes vivían felices y sanos. En ese lugar mágico, existía una enfermedad transmisible llamada "Estornudo contagioso", que se propagaba rápidamente de persona a persona.

Pero no te preocupes, porque esta historia está aquí para enseñarte cómo prevenir su propagación. En la etapa prepatogénica de esta enfermedad, había un niño llamado Emiliano que siempre estaba jugando afuera con sus amigos.

Un día, Emiliano comenzó a sentirse cansado y tenía dolor de cabeza. No pensó mucho en eso y decidió ir a jugar igualmente. "Emiliano, ¿estás bien?", preguntó su amiga Sofía preocupada.

"Sí, solo estoy un poco cansado", respondió él mientras estornudaba sin cubrirse la boca. Esa fue la primera señal de que algo no iba bien. El virus del Estornudo contagioso se había apoderado de Emiliano y estaba listo para pasar a la etapa patogénica.

A medida que los días pasaban, Emiliano empezó a tener fiebre alta y tos constante. Además, sus amigos también comenzaron a presentar los mismos síntomas. "¡Ayuda! ¡Todos estamos enfermos!", gritaron angustiados.

La noticia llegó hasta el alcalde del pueblo quien sabía que debían actuar rápido antes de que toda Villa Saludable cayera enferma. Convocó a una reunión urgente con los médicos del lugar para encontrar una solución. Después de muchas horas discutiendo e investigando sobre el Estornudo contagioso, llegaron a una conclusión.

La única manera de detener la propagación de la enfermedad era a través de la prevención. La etapa de prevención comenzó con una campaña masiva en toda Villa Saludable.

Se repartieron volantes informativos sobre cómo prevenir el contagio, se realizaron charlas en las escuelas y se colocaron carteles en lugares públicos con mensajes como "Cúbrete al estornudar" y "Lávate las manos".

Además, los médicos enseñaron a los niños cómo hacer un lavado de manos adecuado para eliminar cualquier rastro del virus. "Recuerden, ¡el lavado de manos es clave para mantenernos sanos!", les decía el Dr. Martínez mientras mostraba la técnica correcta.

Los habitantes del pueblo también aprendieron a cubrirse la boca y nariz al estornudar o toser, utilizando pañuelos desechables o el codo. De esta manera, evitaban que las gotas infectadas llegaran hasta otras personas. Poco a poco, gracias a estas medidas preventivas, el Estornudo contagioso dejó de propagarse por todo Villa Saludable.

Emiliano y sus amigos se recuperaron completamente y pudieron volver a jugar juntos sin preocupaciones. El alcalde felicitó a todos los habitantes por su compromiso en seguir las medidas preventivas y les recordó que siempre debían estar atentos para evitar futuros brotes.

Desde aquel día, Villa Saludable continuó siendo un lugar lleno de alegría y salud gracias al trabajo en equipo y la importancia dada a la prevención.

Y así fue como todos aprendieron que cuidarse uno mismo también significa cuidar a los demás. Fin

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