El éxito de Juan



Había una vez un niño llamado Juan, quien estaba en su clase de derecho con la profesora Martina. Era un día soleado y estaban por rendir un examen muy importante.

Juan no había estudiado lo suficiente y se puso nervioso al ver las preguntas del examen. Miró a su compañero Tomás, quien parecía estar muy seguro de sus respuestas. Juan sintió la tentación de copiarle las respuestas para poder sacar una buena nota.

"Tomás, ¿me prestás tu hoja un momento? No estudié lo suficiente y necesito ayuda", le susurró Juan. Tomás dudó al principio, pero finalmente decidió ayudar a su amigo y le pasó la hoja con las respuestas.

Juan comenzó a copiar rápidamente cuando de repente escucharon la voz firme de la profesora Martina. "¡Juan! ¡¿Qué crees que estás haciendo? ! Esto es inaceptable en mi clase!", exclamó la profesora visiblemente molesta. Juan sintió vergüenza y arrepentimiento por haber intentado hacer trampa.

La profesora Martina le explicó que copiar no era la forma correcta de aprobar un examen y que debía ser honesto consigo mismo y con los demás. "Lo siento mucho, profesora Martina.

Fue una mala decisión y prometo no volver a hacerlo", se disculpó Juan sinceramente. La profesora Martina miró a Juan con comprensión y le recordó lo importante que era estudiar y esforzarse para lograr sus metas.

Le dio una segunda oportunidad para terminar el examen por sí mismo y demostrar lo que realmente sabía. Juan respiró hondo, se concentró en resolver las preguntas con sus propias ideas y conocimientos.

Al finalizar el examen, entregó su hoja con confianza y esperanza en haber hecho lo correcto esta vez. Días después, la profesora Martina anunció las notas del examen. Para sorpresa de Juan, obtuvo una calificación excelente a pesar de no haber copiado las respuestas.

Se sintió orgulloso de sí mismo por haber tomado el camino honesto y haber demostrado su verdadero potencial. Desde ese día, Juan aprendió una valiosa lección: nunca más intentaría hacer trampa o copiar en un examen porque entendió que el verdadero éxito viene del esfuerzo propio y la honestidad.

Y así, siguió adelante en su camino escolar con determinación y rectitud en cada desafío que enfrentaba.

FIN.

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