El éxito de Tomy



Había una vez un niño llamado Tomy, a quien le encantaba jugar con su celular. Siempre que podía, lo sacaba de su mochila y comenzaba a jugar sin importar lo que estuviera pasando a su alrededor.

Un día, mientras la Profe Cappella dictaba una clase muy importante, Tomy decidió sacar su celular y empezar a jugar. La profe estaba tan concentrada en explicar el tema que no se dio cuenta de lo que estaba haciendo el niño.

- ¡Tomy! ¿Qué estás haciendo? - preguntó la profe cuando finalmente se dio cuenta del teléfono en las manos del niño. - Nada, sólo jugando un rato - respondió Tomy sin levantar la vista de la pantalla.

La profe Cappella se molestó mucho al ver que Tomy no estaba prestando atención a la clase y le quitó el celular. Tomy se sintió muy mal por haber sido regañado frente a sus compañeros.

Esa noche, mientras pensaba en lo ocurrido durante el día, Tomy decidió hacer algo para demostrarle a la profe Cappella que él era capaz de prestar atención en clase y aprender todo lo necesario para ser un buen alumno.

Al día siguiente llegó temprano al colegio y esperó pacientemente hasta que abrieran las puertas. Cuando finalmente entraron todos los alumnos, tomó asiento junto a sus amigos y prestó toda su atención en cada palabra que salía de los labios de la profe Cappella.

Al terminar la clase, la profe notó el cambio en actitud de Tomy y le felicitó por haber estado atento durante toda la jornada escolar.

Tomy se sintió muy feliz al escuchar las palabras de la profe y decidió que desde ese día prestaría más atención en clase para poder aprender todo lo necesario. Desde entonces, Tomy se convirtió en uno de los mejores alumnos del colegio y siempre estaba atento a cada enseñanza que le daba la profe Cappella.

Aprendió que el celular no era más importante que su educación y que debía esforzarse por ser un buen estudiante para tener éxito en la vida.

Y así, con su actitud positiva y perseverancia, Tomy logró convertirse en un ejemplo para sus compañeros y demostró que cualquier obstáculo puede ser superado si se tiene el deseo de hacerlo.

FIN.

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