El extraterrestre perdido


Título: "La aventura en el planeta Kryton"Había una vez en un lejano sistema solar, dos hermanos llamados Mia y Lucas que soñaban con explorar el espacio exterior.

Un día, mientras observaban las estrellas desde su jardín, vieron algo brillante caer del cielo. "¡Mira Lucas, parece una nave espacial!", exclamó Mia emocionada. Sin dudarlo, los dos hermanos corrieron hacia donde había caído el objeto y descubrieron que era una pequeña nave plateada con luces parpadeantes.

Al acercarse, la nave se abrió y de ella salió un ser diminuto de piel verde y ojos grandes. "¡Hola! Soy Zog, un habitante del planeta Kryton.

Mi nave tuvo un desperfecto y necesito ayuda para repararla", dijo el extraterrestre con voz temblorosa. Mia y Lucas no podían creer lo que veían sus ojos, ¡un verdadero alienígena frente a ellos! Sin pensarlo dos veces, los hermanos se ofrecieron a ayudar a Zog a reparar su nave para poder regresar a su planeta.

Durante días trabajaron juntos como un gran equipo. Mia usaba sus conocimientos de tecnología para arreglar los circuitos eléctricos mientras Lucas buscaba materiales en el jardín para reemplazar las piezas dañadas.

Zog les enseñaba palabras en su idioma y les contaba historias sobre la vida en Kryton. Finalmente, la nave estaba lista para despegar.

Zog les dio las gracias a los hermanos con lágrimas verdes en sus ojos y prometió regresar algún día para llevarlos a conocer su planeta. "¡Gracias por todo lo que han hecho por mí! Nunca olvidaré su amabilidad", dijo Zog antes de partir hacia las estrellas.

Mia y Lucas miraron maravillados cómo la nave se elevaba en el cielo nocturno hasta desaparecer entre las constelaciones. Aquella experiencia había cambiado sus vidas para siempre y ahora sabían que el universo guardaba infinitas sorpresas esperando ser descubiertas.

Desde ese día, los hermanos continuaron soñando con nuevas aventuras espaciales, sabiendo que la amistad trasciende planetas y galaxias, uniéndonos a todos como ciudadanos del universo. Y así fue como Mia y Lucas vivieron felices explorando nuevos mundos llenos de misterio y aprendizaje infinito.

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