El Fantasma Amistoso



Sobre un fantasma blanco que había entrado a la casa vacía, la brisa soplaba suavemente. El joven Tomás se asomó y lo vio.

"¿Quién sos?" preguntó intrigado.

"Soy Blanquito, un fantasma aburrido. Nadie juega conmigo" respondió el espíritu.

Tomás sonrió.

"¿Te gustaría explorar el jardín conmigo?"

Blanquito brilló de alegría. Juntos corrieron entre flores. Al final, Blanquito descubrió que la amistad es más fuerte que el miedo.

"Gracias, Tomás. Ahora tengo un amigo" dijo, mientras se desvanece en una nube de risas, dejando una calidez en el corazón de Tomás.

FIN.

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