El Faro Brillante



En el xamping El Faro, un niño llamado Tomás siempre iba a pescar con su fiel compañera Pauli, una perrita juguetona y llena de energía, y su amiga Patitas, una tortuga que le encantaba explorar.

Un día soleado, mientras Tomás preparaba sus cañas de pescar, notó que algo no estaba bien. La playa estaba llena de basura y plásticos flotando en el agua.

Esto entristeció mucho a Tomás, ya que él amaba la naturaleza y siempre había cuidado del medio ambiente. "¡Qué tristeza ver así nuestro querido mar!" -dijo Tomás preocupado. Pauli y Patitas también se dieron cuenta de la situación. Decidieron ayudar a limpiar la playa antes de comenzar a pescar.

Con mucha determinación, los tres amigos recogieron todo lo que encontraron: botellas vacías, bolsas de plástico y latas oxidadas. Trabajaron incansablemente hasta que toda la playa estuvo limpia otra vez. "¡Lo logramos! Ahora sí podemos empezar nuestra aventura", exclamó Tomás con alegría.

Lanzaron las cañas al agua y esperaron pacientemente. Pero pasaban los minutos y nadie parecía tener suerte para atrapar un pez. Parecía como si todos los peces hubieran desaparecido.

Tomás se sentó en la orilla decepcionado mientras acariciaba a Pauli y Patitas pensativo. Fue entonces cuando vio algo brillante entre las rocas cerca del faro: era una pequeña linterna mágica olvidada por algún visitante. Curioso, Tomás la tomó en sus manos y comenzó a frotarla suavemente.

De repente, una pequeña hada salió de la linterna. "¡Hola, Tomás! Soy Aurora, el hada guardiana del mar. He visto tu esfuerzo por cuidar de la playa y quiero ayudarte a resolver este problema", dijo el hada con voz melodiosa.

Tomás se emocionó al escuchar estas palabras y le explicó lo que había estado sucediendo con los peces. Aurora sonrió y agitando su varita mágica, creó un hermoso arrecife de coral cerca de la orilla.

Inmediatamente, miles de peces nadaron hacia él para encontrar un nuevo hogar. "Ahora los peces tendrán un lugar seguro para vivir y reproducirse", explicó Aurora con alegría.

Tomás agradeció a Aurora por su ayuda y prometió seguir cuidando del medio ambiente junto a Pauli y Patitas. Desde ese día, el xamping El Faro volvió a ser un lugar lleno de vida. Los turistas disfrutaban del mar limpio y los pescadores tenían éxito en sus expediciones gracias al hermoso arrecife creado por Aurora.

Tomás aprendió una valiosa lección: que cada pequeño gesto puede marcar una gran diferencia en la protección del medio ambiente.

Y así, junto a Pauli y Patitas, se convirtieron en guardianes incansables del xamping El Faro, siempre dispuestos a cuidarlo como si fuera su propio hogar.

FIN.

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