El farol mágico de Brillo

En la Comarca Estuario vivían muchos peces de colores brillantes que nadaban felices en las aguas cristalinas. Entre todos los peces, había uno muy especial llamado Brillo, que destacaba por ser el más valiente y curioso de todos.

Un día, mientras exploraba los alrededores del estuario, Brillo se encontró con una mochila abandonada en el fondo del mar.

Intrigado, decidió abrirla y descubrió que dentro de ella había un objeto mágico: un pequeño farol que emitía destellos de luz como relámpagos. Brillo no podía creer su suerte y decidió llevarse el farol a casa para mostrarles a sus amigos.

Al llegar al arrecife donde vivían, todos los peces se sorprendieron al ver la luz brillante que emanaba de la mochila. "¡Wow! ¿De dónde sacaste eso, Brillo?" -preguntó Burbuja, el pez payaso más bromista del grupo. "Lo encontré en una mochila abandonada cerca del arrecife. ¡Es increíble!" -respondió emocionado Brillo.

Los demás peces se acercaron curiosos a observar el farol mágico y quedaron maravillados por su resplandor. "¡Qué hermoso brilla! Nunca vi algo así en toda mi vida" -exclamó Nemo, un pez globo muy tímido pero dulce.

De repente, una sombra oscura se acercó al arrecife. Era Carpa Negra, un pez malvado y envidioso que siempre buscaba problemas con los demás habitantes del estuario.

"¿Qué es eso tan brillante que veo desde lejos? ¡Esa luz me ciega!" -gritó Carpa Negra con voz amenazante. Brillo supo en ese momento que debía proteger el farol mágico de Carpa Negra y actuar con valentía para mantenerlo a salvo.

Sin dudarlo ni un segundo, nadó hacia Carpa Negra y le dijo:"Este farol es un regalo especial que encontré y no permitiré que nadie lo apague. No puedes quitarnos algo tan hermoso solo porque sientes envidia.

"Carpa Negra bufó molesto pero finalmente se alejó sin poder hacerle daño al farol mágico gracias a la valentía de Brillo y la solidaridad de sus amigos.

A partir de ese día, el farol mágico iluminaba todas las noches la Comarca Estuario con destellos parecidos a relámpagos, recordándoles a todos la importancia de ser valientes ante las adversidades y proteger aquello que es especial para cada uno. Y así, Brillo demostró que incluso siendo pequeño e indefenso podía hacer grandes cosas cuando actuaba con coraje y determinación junto a sus amigos.