El Farolito Mágico



Había una vez en un pequeño pueblo en lo alto de la montaña, una madre llamada Marta, cuya hija, Sofía, siempre estaba muy ocupada jugando con sus amigos y descuidando sus responsabilidades.

Marta trabajaba duro para cuidar de Sofía, cocinaba, limpiaba y ayudaba a los vecinos del pueblo, pero siempre con una sonrisa en el rostro. Un día, Marta decidió enseñarle una lección a Sofía sobre el sacrificio y la importancia de ayudar a los demás.

- 'Sofía, hoy vamos a dar un paseo por el bosque', dijo Marta. Sofía frunció el ceño, pero asintió. Mientras caminaban, Marta le explicaba a Sofía la importancia de pensar en los demás y cómo cada pequeño gesto puede hacer una gran diferencia.

De repente, vieron un pequeño farolito brillante en el suelo. Marta le dijo a Sofía que lo levantara y lo llevara a casa. Al llegar a su casa, el farolito mágico comenzó a brillar intensamente y cobró vida.

Una voz suave les dijo que el farolito era mágico y que les concedería un deseo, pero solo si era un deseo altruista.

Sofía, con lágrimas en los ojos, pidió que su madre no tuviera que trabajar tan duro y que todos en el pueblo tuvieran suficiente comida. Al instante, el farolito mágico se convirtió en una lluvia de estrellas brillantes que iluminaron el cielo.

Al día siguiente, el pueblo estaba lleno de comida y las tareas de Marta se hicieron más fáciles gracias a la ayuda de sus vecinos. Sofía aprendió que el sacrificio y la bondad traen felicidad a todos. Desde ese día, madre e hija trabajaron juntas para hacer del mundo un lugar mejor para todos.

FIN.

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