El Festival de Colores

En un pequeño pueblo llamado Arcoíris, vivían niños de diferentes culturas, colores y tradiciones. Todos los años, organizaban un Festival de Colores donde cada grupo representaba su herencia. Este año, Ana, una niña argentina, decidió invitar a sus amigos de distintas partes del mundo a reencontrarse y celebrar su diversidad. "¡Vengan, chicos! Más que las diferencias, celebremos lo que nos une y aprendamos unos de otros!"-, dijo Ana con entusiasmo.

La noticia del festival se esparció rápidamente, pero hubo un pequeño problema: algunos niñitos discutían sobre qué tradición sería la más importante. "Yo quiero que el festival sea solo de comida italiana!"-, gritó Luca, mientras que Mei defendía: "No, debe haber danzas chinas también!"-. La tensión comenzó a crecer, hasta que Ana tuvo una idea brillante. Propuso que cada uno llevara algo que representara su cultura, pero en lugar de competir, debían colaborar y compartir lo que tenían. "¡Así todos ganamos!"-, sugirió, y poco a poco, los niños comenzaron a sonreír.

El día del festival, Arcoíris se llenó de risas, bailes y olores de comidas de diferentes partes del mundo. Niños con banderas de colores, tocando instrumentos y mostrando danzas llenaban la plaza. "¡Miren! Aprendí a preparar una pizza y ahora Lucía va a enseñarme a bailar samba!"-, exclamó Luca feliz. Ana observó con alegría cómo todos se unían en un gran abrazo. En ese momento, comprendieron que la diversidad no solo los hacía únicos, sino que también los unía, armonizando el festival en una celebración mágica que jamás olvidarían.