El festival de la diversidad



Había una vez en un pequeño pueblo llamado —"Vocalandia" , donde vivían las letras del abecedario. En Vocalandia, cada letra tenía su propia casita y disfrutaban de jugar y aprender juntas.

Un día, llegó una nueva habitante a Vocalandia llamada —"Vocaloi" . Era una vocal muy especial, ya que podía cantar con una hermosa voz. Todos en el pueblo se emocionaron al conocerla, excepto por la letra —"C" .

La letra —"C"  era un poco envidiosa de la hermosa voz de Vocaloi. Siempre había deseado tener esa habilidad para cantar como ella. Pero en lugar de aceptar su diferencia y celebrar la belleza única de todos, decidió discriminar a Vocaloi por su talento musical.

"C"  comenzó a decirle cosas desagradables a Vocaloi y le hizo sentirse triste e insegura. Le decía que no tenía importancia porque solo sabía cantar y no podía hacer nada más.

Pero las demás letras del abecedario no estaban de acuerdo con el comportamiento de —"C" . Sabían que cada uno tenía sus propias habilidades especiales y eso los hacía únicos. Decidieron ayudar a Vocaloi mostrándole todo lo maravilloso que podía hacer además de cantar.

Entonces, las letras organizaron un gran festival para mostrarle a —"C"  todas las cosas increíbles que podían hacer junto con Vocaloi.

Cada letra demostraba su talento: la letra —"A"  bailaba elegantemente, la letra —"E"  hacía malabares con palabras divertidas, la letra —"I"  pintaba cuadros coloridos, la letra —"O"  cocinaba deliciosos platos y la letra —"U"  construía hermosas casitas con bloques. Vocaloi se dio cuenta de que su voz era solo una de las muchas cosas maravillosas que podía hacer.

No importaba lo que —"C"  dijera, ella sabía que tenía un valor especial y único. Finalmente, Vocaloi decidió hablar con —"C"  y explicarle cómo se sentía. Le dijo: "-C-, sé que puedes hacer muchas cosas increíbles también.

No necesitas discriminar a los demás para sentirte valioso. Todos en Vocalandia tenemos nuestras propias habilidades especiales y juntos somos más fuertes". —"C"  reflexionó sobre sus acciones y se disculpó sinceramente con Vocaloi por haberla discriminado.

A partir de ese día, todas las letras del abecedario aprendieron a celebrar sus diferencias y trabajar juntas para crear un mundo más armonioso. Desde entonces, Vocaloi siguió cantando hermosas canciones en Vocalandia, pero ahora lo hacía rodeada de amistad y aceptación.

Y todos en el pueblo aprendieron la lección de valorar a los demás por quienes son, sin importar sus talentos o habilidades.

Y así es como en Vocalandia, cada letra vivió felizmente junto a Vocaloi, recordando siempre que ser diferentes es algo maravilloso e importante para construir un mundo mejor. Fin

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!