El Festival de la Diversidad

Jose era un niño negro de Ecuador que vivía en un pueblo remoto. Todos los días caminaba kilómetros para asistir a su escuela, donde aprendía sobre números, letras y el mundo que lo rodeaba.

Un día, la directora anunció un emocionante festival en el que niños de diferentes culturas se reunirían para jugar y aprender juntos. Jose se sintió entusiasmado por la idea de conocer a niños de otros lugares. "¿Qué juegos traerán los demás?", se preguntaba.

El día del festival, los niños llegaron con sus trajes típicos y sus risas resonaban por todo el lugar.

Había una niña asiática con un vestido colorido, un niño europeo con una camiseta de fútbol y un niño indígena con plumas en su sombrero. Jose se sentía un poco tímido al principio, pero se unió a un grupo de niños y pronto estaban jugando al fútbol. A medida que pasaban las horas, todos los niños se mezclaban y probaban diferentes juegos y actividades.

Jose se dio cuenta de que, a pesar de sus diferencias, todos compartían risas y sonrisas. Entre juegos, la directora reunió a todos para contar cuentos y leyendas de cada cultura.

Jose compartió un cuento de su comunidad y los demás escucharon atentamente. Al final del día, los niños intercambiaron abrazos y prometieron mantener viva la amistad que habían encontrado. Jose regresó a casa con el corazón lleno de alegría, sabiendo que la diversidad enriquece la vida.

Desde ese día, el festival se convirtió en una tradición anual en la escuela, recordándoles a todos la importancia de celebrar y aprender de otras culturas.