El festival de las culturas



En un rincón del bosque, donde los árboles eran altos y el canto de los pájaros alegraba el día, se estaba organizando un evento muy especial: ¡El Festival de las Culturas! Los animales de diferentes partes del bosque estaban emocionados por mostrar lo mejor de sus tradiciones y costumbres.

Entre ellos se encontraban Golondrina, Ratón, Leona y Tortuga. Cada uno tenía algo único que ofrecer al festival.

"- ¿Qué les gustaría presentar en el festival?" preguntó Golondrina, revoloteando de un lado a otro.

"- Yo voy a hacer una danza especial de la selva, con movimientos elegantes y saltos altos " dijo Leona con orgullo.

"- Yo quiero contar historias divertidas y hacer mímica " dijo Ratón, moviendo su cola con entusiasmo.

"- Y yo... yo voy a participar con una canción de mi tierra " agregó Tortuga, tratando de sonar muy segura.

Los amigos se pusieron a trabajar en sus presentaciones. Mientras ensayaban, Golondrina se dio cuenta de que sus compañeros le tenían un poco de miedo y no la incluían tanto.

"- ¿Por qué no me dejan volar con ustedes?" preguntó Golondrina.

"- Bueno, es que a veces vuela muy alto y podemos perdernos " dijo Ratón, un poco nervioso.

"- Sí, y a veces parece que te olvidás de los que estamos abajo " agregó Leona.

Golondrina se sintió un poco triste y alejada, pero decidió que haría lo posible para demostrarles lo importante que era para ella el festival.

Mientras tanto, cada uno de los amigos se esforzaba en sus presentaciones. Leona practicaba su danza con mucho ímpetu, Ratón hacía reír a todos los que pasaban, y Tortuga, aunque iba más despacio, intentaba recordar la letra de su canción.

El gran día llegó, y el bosque se llenó de colores y aromas. Todos los animales se reunieron en el claro, ansiosos por disfrutar del festival.

"- ¡Comencemos!" anunció la Tortuga, ya en el escenario.

Primero, Leona tomó el centro del escenario. Sus movimientos eran tan fluidos que todos se quedaron asombrados.

"- ¡Viva la danza!" gritaron los animales, aplaudiendo entusiasmados.

Luego fue el turno de Ratón, que hizo reír a todos con sus cuentos y su divertida mímica.

"- ¡Genial, Ratón!" añadió una pequeña ardilla, riéndose a carcajadas.

Finalmente, llegó el momento de Tortuga. Ella comenzó a cantar, y su voz era dulce y melodiosa.

Las estrellas brillaban en el cielo y todos aplaudían y cantaban con ella.

Golondrina, quien había estado volando un poco alejándose de los demás, se dio cuenta de cuánto disfrutaban todos juntos.

"- Ahora necesito hacer algo especial " pensó. Aterrizó y decidió que era hora de que se uniera a sus amigos.

Y, entonces, ¡voló hacia arriba y comenzó a dar vueltas en el aire!"- ¡Miren!" gritó con alegría. "- ¡Soy parte del espectáculo también!" Todos miraron hacia arriba y se maravillaron al ver a Golondrina danzando en el cielo.

"- ¡Eso es increíble, Golondrina!" gritó Leona, mientras aplaudía.

"- ¡Qué hermoso es!" exclamó Tortuga, sonriendo.

Golondrina sintió una gran felicidad al ver que todos la miraban con admiración. Y ahí, en lo alto del festival de las culturas, todos juntos aprendieron que cada uno tiene su lugar y que la diversidad enriquece cualquier evento.

Al final de la jornada, todos los animales se abrazaron y celebraron el festival, entendiendo que cada uno aporta algo especial por ser diferente.

"- ¡Un año más, un festival más!" dijeron juntos mientras se reían y prometían volver a juntarse el próximo año.

Y así, el festival se convirtió en una hermosa tradición que celebraba la amistad y la diversidad de cada uno, donde Golondrina, Ratón, Leona y Tortuga aprendieron que juntos son imparables.

Hasta el próximo Festival de las Culturas del bosque.

FIN.

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