El Festival de las Lenguas



En un pueblito rodeado de montañas y ríos cristalinos, habitaban tres amiguitos: Sofi, la pequeña artista, Lucho, el aventurero, y Mei, la narradora de cuentos. Sofi era argentina, Lucho era chileno, y Mei venía de la lejana China. A pesar de que venían de diferentes lugares, su amistad era más fuerte que cualquier barrera lingüística.

Un día, mientras jugaban cerca del río, Sofi tuvo una idea brillante. "¡Hagamos un festival para celebrar nuestras culturas y lenguas!" - gritó emocionada. Lucho sonrió y dijo: "Sí, ¡podemos invitar a todos del pueblo!" - y Mei agregó: "Y también a mis amigos del centro de intercambio cultural que vienen de diferentes países."

Los tres amigos comenzaron a planear el festival. Sofi se encargó de los banners coloridos, Lucho pensó en los juegos, y Mei prometió contar historias fascinantes de su cultura. Sin embargo, había un problema: algunos de los vecinos no estaban muy seguros de la idea. "No necesitamos un festival. Ya tenemos costumbres y tradiciones propias"- murmuró Don Ernesto, un anciano del pueblo.

Un atardecer, mientras paseaban por el pueblo, Sofi, Lucho y Mei escucharon las voces de los niños hablando en diferentes idiomas. Sofi se detuvo y dijo: "Miren, ¡todo el mundo tiene algo hermoso que aportar!" - Y en ese momento, se les ocurrió una nueva idea.

"¿Qué tal si invitamos a todos a compartir algo especial de su cultura?" - sugirió Lucho. Mei, llena de entusiasmo, dijo: "Tal vez Don Ernesto podría contarnos sobre la tradición de aquí y nosotros contar algo de nuestros países."

Con el plan en marcha, el día del festival llegó. La plaza estaba decorada con banderas de diferentes países y luces brillantes que iluminaban la noche. La música sonaba alegremente mientras los niños jugaban y bailaban. Todo el mundo estaba ansioso por compartir sus historias.

Primero subió al escenario Don Ernesto, un poco tímido al principio. "Bien, yo voy a hablarles sobre la fiesta de la cosecha que celebramos todos los años en el campo!" - y comenzó a contar la historia con tanto entusiasmo que todos se sumergieron en la magia de sus palabras. Los niños escuchaban atentos mientras Don Ernesto hablaba de grandes festines, bailes y la importancia de la comunidad.

Luego, Mei tomó el micrófono. "Yo voy a contarles la leyenda de la diosa de la luna que trae fortuna!" - Y mientras narraba su historia, el público se quedó maravillado, imaginando los paisajes lejanos de su tierra.

Sofi no quería quedarse atrás. "Y yo voy a pintar un mural con los símbolos más importantes de cada cultura!" - dijo mientras comenzaba a dibujar en una gran tela blanca. Todos querían participar, y pronto los adultos también comenzaron a contar sus propias historias. Era un intercambio de culturas, risas y amistad.

A medida que avanzaba la noche, el festival se convirtió en una celebración de la diversidad, donde todos se sintieron parte de un mismo gran abrazo. Los niños aprendieron palabras en diferentes lenguajes y los adultos compartieron recetas, canciones y bailes.

Al final de la noche, Sofi, Lucho y Mei miraron el mural terminado lleno de colores y diferentes símbolos. "¡Lo logramos!" - gritó Sofi con alegría. Lucho agregó: "Juntos somos más fuertes, y nuestras diferencias son lo que nos hace únicos." - Y Mei remató: "¡Nunca dejemos de compartir nuestras historias y lenguas!"

Desde aquel festival, el pueblo aprendió a valorar las diferencias y a celebrar la diversidad que cada uno traía. Todos comprendieron que la riqueza de un lugar no está solo en sus tradiciones, sino también en las raíces y en la historia de cada uno de sus habitantes.

Y así, en aquel pequeño pueblito, nacieron nuevas amistades y la promesa de que cada año se celebraría el Festival de las Lenguas, donde cada voz, idioma y cultura tendría su espacio bajo la luz de las estrellas.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!