El Festival de los Colores



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, donde vivían personas de distintas culturas y costumbres.

En ese lugar, se celebraba cada año el Festival de los Colores, en el que todas las familias compartían sus tradiciones y se enriquecían con la diversidad cultural. Ese año, los protagonistas de nuestra historia son Ana, una niña argentina, y Amir, un niño sirio que había llegado al pueblo hacía poco tiempo.

Los dos se encontraron en la escuela, donde se hicieron amigos al instante. -Hola, soy Ana. ¿De dónde vienes? -dijo Ana con curiosidad. -Hola, soy Amir. Vengo de Siria, un país lejano con muchas historias que contar -respondió Amir con una sonrisa.

Ana y Amir se dieron cuenta de que, a pesar de las diferencias en sus culturas, tenían mucho en común. Decidieron unirse para participar en el Festival de los Colores y presentar una actuación que combinara sus tradiciones.

Juntos, prepararon una danza en la que se fusionaban el tango argentino y la danza árabe. El día del festival, Ana y Amir subieron al escenario para mostrar su espectáculo. Los dos se movían al ritmo de la música, intercambiando pasos y gestos propios de sus culturas.

La gente del pueblo quedó maravillada al ver cómo la diversidad cultural podía ser tan hermosa y enriquecedora. Después de su presentación, Ana y Amir recibieron aplausos y elogios de todas las familias.

El Festival de los Colores se convirtió en un símbolo de unión y respeto por la diversidad, recordándonos que las diferencias culturales son lo que nos hace únicos y especiales.

Desde ese día, Ana y Amir se convirtieron en los embajadores de la diversidad en su pueblo, enseñando a todos que las distintas culturas pueden convivir en armonía, enriqueciendo así sus vidas.

FIN.

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