El festival de los valientes
Había una vez en el bosque de Villa Arco Iris, un grupo de animales muy especiales. Había un conejo llamado Pancho, una tortuga llamada Lola y un búho llamado Simón.
Estos tres amigos eran inseparables y siempre estaban buscando aventuras juntos. Llegó la época del año en la que se celebraba el festival de los fuegos artificiales en Villa Arco Iris. Todos los animales del bosque estaban emocionados con este evento, excepto Pancho, Lola y Simón.
Ellos le tenían mucho miedo a los ruidos fuertes y las luces brillantes de los fuegos artificiales.
Un día, mientras paseaban por el bosque, escucharon a otros animales hablar sobre lo maravilloso que era ver los colores y las formas que creaban los fuegos artificiales en el cielo nocturno. Pancho, Lola y Simón se miraron entre sí con tristeza porque sabían que no podrían disfrutar del espectáculo debido a su miedo. Decidieron entonces buscar ayuda para superar su temor.
Se acercaron al sabio erizo Don Rodolfo, quien vivía cerca del arroyo del bosque. "Don Rodolfo", dijo Pancho con voz temblorosa,"¿cómo podemos superar nuestro miedo a los fuegos artificiales?"El sabio erizo sonrió amablemente.
"Queridos amigos", respondió Don Rodolfo,"el primer paso para superar cualquier miedo es enfrentarlo". Los tres amigos se miraron nerviosos pero asintieron con determinación. "Pero no puedo enfrentarme a algo tan aterrador solo", dijo Lola.
"No se preocupen, estaré con ustedes", dijo Don Rodolfo mientras les guiñaba un ojo. "Vamos a practicar en el claro del bosque, donde no hay ruidos fuertes ni luces brillantes".
Durante los días siguientes, Pancho, Lola y Simón se reunieron con Don Rodolfo en el claro del bosque para su entrenamiento especial. Practicaron técnicas de respiración profunda para mantener la calma y jugaron juegos divertidos para distraerse de los ruidos fuertes. Llegó finalmente la noche del festival de fuegos artificiales.
El grupo de amigos estaba listo para enfrentar su miedo junto a Don Rodolfo. En lugar de esconderse en sus madrigueras o caparazones como solían hacerlo, juntos caminaron hacia el campo donde se lanzaban los fuegos artificiales.
Al principio, cuando vieron las primeras luces explotando en el cielo, sintieron un poco de miedo pero recordaron las técnicas que habían aprendido y se apoyaron mutuamente. "¡Miren esos colores!", exclamó Pancho asombrado. "¡Es como si el cielo estuviera lleno de estrellas fugaces!", dijo Lola emocionada.
Simón sonrió mientras observaba cómo las luces iluminaban la oscuridad. "Nunca había visto algo tan hermoso". Los tres amigos disfrutaron juntos del espectáculo durante toda la noche.
Se dieron cuenta de que habían superado su miedo y ahora podían disfrutar plenamente del festival como todos los demás animales del bosque. Cuando terminó el último fuego artificial, Pancho, Lola y Simón regresaron al bosque con una alegría en sus corazones.
Agradecieron a Don Rodolfo por su ayuda y se prometieron mutuamente que nunca dejarían que el miedo les impidiera disfrutar de nuevas experiencias. Desde ese día, los tres amigos participaron activamente en todos los eventos del bosque, sin importar cuán ruidosos o brillantes fueran.
Y cada vez que veían un fuego artificial, recordaban cómo habían superado su miedo juntos y sonreían sabiendo que podían enfrentar cualquier desafío. Y así termina nuestra historia de valentía y amistad en el bosque de Villa Arco Iris.
Recuerda siempre enfrentar tus miedos, porque solo así podrás descubrir la magia que hay más allá de ellos.
FIN.