El Festival de Navidad en la Escuela El Arco Iris



Era una mañana soleada en la escuela El Arco Iris, y los niños estaban emocionados porque se acercaba el festival de Navidad. La maestra Clara había planeado un evento especial, lleno de actividades creativas, y todos estaban ansiosos por participar.

- “¡Hola, chicos! ¿Listos para el festival de Navidad? ” grita Clara con alegría.

- “¡Siiiii! ” responden todos a coro, levantando las manos.

Durante la semana, los niños formaron grupos para preparar presentaciones. Algunos hicieron dibujos, otros ensayaban canciones y otros prepararían un pequeño teatro. Sin embargo, había un grupo que no sabía qué hacer. Eran los más tímidos de la clase, y se sentían un poco perdidos.

- “No sé si se nos ocurre algo bueno,” dice Martín, mordiéndose el labio.

- “Podríamos hacer una danza, pero no sabemos bailar,” le responde Ana, con una mirada preocupada.

La maestra Clara, al verlos así, se acercó y les dijo: - “No tienen que hacer algo grandioso. Lo importante es que se diviertan y expresen lo que sienten. ¿Por qué no hacemos algo sencillo pero significativo? ”

Los niños comenzaron a pensar en lo que realmente querían expresar. Después de un rato, Martín, con una pizca de valentía, dijo:

- “¿Podemos hacer una obra sobre la amistad? ”

- “¡Sí! ” grita Ana, iluminándose. “Las historias sobre la amistad son siempre lindas.”

Con renovada energía, comenzaron a escribir un guion sobre dos amigos que, a pesar de sus diferencias, logran entenderse y unirse en una gran aventura. Mientras tanto, los otros grupos también estaban trabajando duro; algunos hacían adornos y otros ensayaban villancicos. Clara se sentía orgullosa de ellos y les daba aliento para seguir adelante.

Llegó el día del festival. La escuela estaba decorada con luces y dibujos coloridos. Todos estaban un poco nerviosos, pero la emoción era palpable. Primero, los niños comenzaron a cantar “Noche de paz”. Las voces resonaban en el gimnasio, dando un toque mágico a la atmósfera.

Luego, fue el turno del grupo de Ana y Martín. Ellos con su corazón latiendo fuerte, subieron al escenario. Ana miró a su maestra y le sonrió, y en ese instante, se sintió más segura.

- “¡Hola a todos! Nosotros somos Martín y Ana, y vamos a representar una obra sobre la amistad,” dijo Martín, nervioso pero inspirado.

Comenzaron la obra, y los niños de la escuela miraban con expectativa. La historia se desarrollaba de forma divertida y emocionante, y la gente comenzó a reír y aplaudir. Cuando terminaron, Martín y Ana se sintieron abrumados por la calidez del aplauso.

- “Esto fue increíble, ¡gracias, amigos! ” dijo Ana, mientras ambos se abrazaban, emocionados.

Después de todas las presentaciones, la escuela organizó un intercambio de regalos. No eran regalos materiales, sino tarjetas con mensajes de cariño y amistad.

- “Es un regalo diferente, pero muy especial,” dijo Clara. “Lo escrito con el corazón siempre vale más que cualquier objeto.”

Los niños intercambiaron sus tarjetas y leyeron en voz alta lo que cada uno había escrito. Simple y hermoso, cada mensaje transmitía amor y valor. La alegría se sentía en el aire, cada sonrisa y cada palabra brillaban con luz propia.

Al final del festival, Clara reunió a todos los niños.

- “Hoy hemos celebrado la amistad, la creatividad y lo más importante, que todos somos diferentes pero juntos hacemos una gran comunidad. La Navidad se trata de compartir, y ustedes lo han hecho de maravilla.”

Y así, con corazones satisfechos y llenos de esperanzas, los niños regresaron a casa de la escuela El Arco Iris, llevándose no solo un recuerdo especial del festival, sino también la enseñanza de la amistad verdadera, que es el mejor regalo que se puede dar y recibir.

FIN.

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