El Festival del Canto Mágico


Había una vez en un bosque encantado, un unicornio muy especial llamado Feliz. Feliz era de un color blanco brillante con crines de colores que brillaban como el arcoíris.

Pero lo más sorprendente de Feliz era su amor por el cine. Sí, así es, a este unicornio le encantaba ver películas en su pequeño cine mágico en medio del bosque.

Un día, mientras caminaba por el bosque en busca de nuevas aventuras, Unicornio Feliz encontró a sus amigos Conejito Saltarín y Ardilla Traviesa llorando bajo un árbol. "¿Qué les pasa, amigos? ¿Por qué están tan tristes?" -preguntó preocupado Unicornio Feliz.

"Nuestro amigo Pajarito Cantor ha perdido su voz y ya no puede cantar hermosas melodías como solía hacerlo", explicó Conejito Saltarín entre lágrimas. Unicornio Feliz se puso a pensar y tuvo una brillante idea.

Decidió organizar un festival de cine para recaudar fondos y poder llevar a Pajarito Cantor al mejor médico del bosque para que recupere su voz. Rápidamente, Unicornio Feliz puso manos a la obra junto a sus amigos.

Se dedicaron día y noche a preparar el festival de cine: colgaron luces brillantes en los árboles, montaron una pantalla gigante hecha con hojas y ramas, e invitaron a todos los habitantes del bosque a participar. El día del festival llegó y todos estaban emocionados.

Se proyectaron las mejores películas del bosque: "La princesa ranita", "El tesoro escondido" y "La carrera loca de caracoles". La gente reía, aplaudía y disfrutaba cada momento. Al finalizar el festival, Unicornio Feliz subió al escenario junto a sus amigos para anunciar cuánto habían recaudado.

Para sorpresa de todos, habían juntado el doble de lo necesario para llevar a Pajarito Cantor al médico. "¡Gracias a todos por su generosidad! Gracias al cine hemos logrado ayudar a nuestro amigo Pajarito Cantor", exclamó emocionado Unicornio Feliz.

Poco después, Pajarito Cantor fue tratado por el médico del bosque y recuperó su dulce voz. Para celebrarlo, organizamos otro festival donde cantó las melodías más bellas que jamás se hayan escuchado en todo el bosque encantado.

Desde ese día en adelante, Unicornio Feliz siguió disfrutando del cine pero también aprendió lo importante que es ayudar a los demás cuando más lo necesitan. Y así vivieron felices para siempre en el mágico bosque encantado.

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