El fin de semana mágico de Ailín



Era un hermoso día de primavera cuando Ailín llegó a Coronel Suárez para pasar el fin de semana con su mamá Mili y toda su familia. Con el sol brillando en el cielo, Ailín bajó del auto y se encontró con una cálida bienvenida.

"- ¡Ailín, querida! ¡Qué alegría verte!", exclamó su mamá Mili mientras la abrazaba.

"- ¡Hola, tía Anabela! ¡Hola, tía Agustina!", saludó Ailín mientras corría hacia sus tías, que estaban en el jardín preparando unas riquísimas empanadas.

En el jardín también estaban sus primas, Briana y Naiara, jugando con un colorido aro hula hula. Ailín se unió a ellas rápidamente, pero pronto la curiosidad la llevó a descubrir algo más.

"- ¿Qué están haciendo esas abejas?", preguntó Ailín, señalando una colmena que estaba en un rincón del patio.

"- ¡Eso se llama apicultura!", explicó su tío Rodrigo, que llegó justo a tiempo. "Las abejas son muy importantes para nuestras plantas y flores. Sin ellas, tendríamos muchas menos frutas y verduras."

"- ¿Podemos verlas de cerca?", pidió Naiara con los ojos brillando.

"- ¡Claro! Vamos a investigar, pero tenemos que tener cuidado", dijo el tío Iván, que era apicultor.

El grupo de Ailín se armó de protector y se acercó a la colmena. Iván explicó cómo funcionaba el mundo de las abejas, sus increíbles trabajos en equipo, y cómo cada abeja tiene su propio rol.

"- ¡Miren!", dijo Ailín emocionada, señalando a las abejas. "¡Están trabajando en equipo! Mira cómo recolectan néctar para hacer miel."

"- Exactamente, Ailín!", dijo Iván. "Las abejas se comunican de una forma mágica para compartir dónde hay más flores."

Luego de la lección sobre las abejas, Mili propuso hacer un picnic en el parque del pueblo.

"- ¡Sí!", gritaron todos al unísono.

Ailín y sus primas ayudaron a preparar una canasta llena de empanadas, frutas y jugo. Llegaron al parque y se acomodaron sobre una manta de cuadros. Mientras comían, leyeron un cuento sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

"- La naturaleza nos da tanto, deberíamos cuidar de ella por siempre", comentó Briana.

"- Sí, y también debemos hacer algo para ayudar a las abejas", agregó Ailín decidida. "Propongo que hagamos una campaña de limpieza en nuestro barrio y hablemos sobre la importancia de las abejas."

A todos les pareció una gran idea, así que esa misma tarde comenzaron a hacer carteles y a planear la actividad.

Finalmente, se despidieron del parque y volvieron a casa, emocionados por el proyecto que habían ideado. El fin de semana pasó volando, y Ailín se sintió feliz de haber pasado tiempo con su familia, aprendiendo sobre las abejas y el cuidado del medio ambiente.

"- Este fue el mejor fin de semana de todos", comentó Ailín antes de irse a dormir.

"- ¡Volveremos a reunirnos pronto!", prometió Mili, mientras le daba un beso de buenas noches.

Así, cargada de nuevas experiencias y con el firme deseo de hacer algo bueno por la naturaleza, Ailín se dejó llevar por el dulce abrazo del sueño, soñando con sus nuevas amigas, las abejas.

FIN.

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