El florero estelar
Había una vez una bruja llamada Malvina que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Era conocida por sus habilidades mágicas y su gran corazón.
Siempre ayudaba a los demás y se preocupaba por el bienestar de todos. Malvina tenía un gato llamado Mimoso, que era su compañero fiel y leal. Juntos pasaban todo el día jugando y explorando los alrededores del pueblo.
Pero un día, mientras la bruja preparaba una poción muy importante, cometió un error terrible. En lugar de decir las palabras correctas para transformar la poción en una cura para las plantas, pronunció algo diferente y ¡poof! Mimoso desapareció.
Cuando Malvina se dio cuenta de lo que había hecho, entró en pánico. Buscó por todas partes a Mimoso, pero no había rastro de él. Llena de tristeza y remordimiento, decidió buscar ayuda en el Sabio del Bosque.
El Sabio del Bosque era conocido por su sabiduría y conocimiento sobre todo tipo de criaturas mágicas. Cuando Malvina llegó a su cabaña llorando desconsoladamente, él la escuchó con paciencia y comprensión. "Sabio del Bosque, he cometido un grave error", sollozaba Malvina.
"He convertido accidentalmente a mi amado Mimoso en un florero". El Sabio del Bosque asintió con calma e invitó a Malvina a sentarse junto al fuego. "No te preocupes, querida bruja", dijo tranquilamente. "Todo tiene solución si trabajamos juntos".
El Sabio del Bosque le explicó a Malvina que el hechizo era reversible, pero necesitaría encontrar una flor muy especial llamada "Flor Estelar". Esta flor solo crecía en la cima de la montaña más alta y solo florecía una vez al año, justo antes del amanecer.
Malvina aceptó el desafío y se embarcó en un arduo viaje hacia la cima de la montaña. El camino estaba lleno de obstáculos: rocas resbaladizas, puentes colgantes y animales salvajes.
Pero nada detuvo a Malvina, quien estaba decidida a traer de vuelta a Mimoso. Después de varios días agotadores, llegó finalmente a la cima de la montaña. Allí encontró una hermosa flor iluminada por las estrellas y supo que era la Flor Estelar que buscaba.
Con cuidado, Malvina cortó un pétalo de la Flor Estelar y lo colocó en el florero donde se encontraba su querido Mimoso. En ese momento mágico, ocurrió algo increíble: Mimoso volvió a ser un gato.
Ambos regresaron al pueblo felices y emocionados. Los vecinos celebraron su regreso con alegría y gratitud hacia Malvina por haber resuelto su error. La bruja aprendió una valiosa lección sobre los errores y cómo enfrentarlos con valentía.
Desde aquel día en adelante, Malvina se convirtió en una bruja aún más sabia y cautelosa con sus hechizos. Apreciaba aún más el amoroso compañerismo de Mimoso y juntos siguieron viviendo aventuras mágicas en el pueblo.
La historia de Malvina y Mimoso enseña a los niños que todos cometemos errores, pero lo importante es aprender de ellos y buscar soluciones. También les muestra el poder del amor y la amistad, así como la importancia de enfrentar los desafíos con valentía.
Y recuerda, ¡nunca subestimes el poder de una bruja con un corazón bondadoso!
FIN.