El Gallinazo sin Plumas



En lo alto de una colina vivía un gallinazo sin plumas llamado Rufino. A pesar de su aspecto poco común, Rufino era un ave muy amigable y cariñosa.

Sin embargo, sus compañeros de la granja siempre se burlaban de él por no tener plumas. "¡Miren al gallinazo desnudo!" se escuchaba a menudo entre las risas de los demás animales. Esto entristecía mucho a Rufino, quien anhelaba en secreto tener un hermoso plumaje como el de sus amigos.

Un día, cansado de las burlas, Rufino decidió emprender un viaje en busca de una solución para su problema. En su travesía, conoció a diferentes animales que lo ayudaron y enseñaron valiosas lecciones sobre la aceptación y el amor propio.

Gracias a su determinación y la amistad de estos nuevos amigos, Rufino descubrió que su verdadera belleza no radicaba en su aspecto externo, sino en su bondadoso corazón y en su valentía para buscar su propia felicidad.

Al regresar a la granja, Rufino sorprendió a todos al mostrarles las lecciones que aprendió en su viaje. Pronto, el gallinazo sin plumas se convirtió en un ejemplo de autoaceptación y amor propio para todos los animales.

Desde entonces, las burlas cesaron, y Rufino vivió feliz y orgulloso de quien era, sin importarle ya no tener plumas.

FIN.

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