El gatito perdido y la perrita amable



Había una vez en un tranquilo vecindario, una linda familia de gatos compuesta por mamá Gata, papá Gato y sus tres pequeños gatitos: Mishi, Pelusa y Garfield.

Vivían en una acogedora casita cerca de un parque donde pasaban la mayor parte del tiempo jugando y explorando. Un día soleado de primavera, mamá Gata reunió a sus hijos en el jardín y les dijo:"Hijitos, hoy vamos a hacer algo especial.

Vamos a ir al parque a conocer nuevos amigos y a disfrutar del aire libre". Los tres gatitos saltaron de emoción y rápidamente se pusieron sus correas para salir todos juntos hacia el parque.

Al llegar, se encontraron con otros animales como perros, pájaros e incluso ardillas que jugaban felices bajo los árboles. Mishi, el más curioso de los hermanos, se separó un poco del grupo y se adentró en un camino desconocido.

Pronto se dio cuenta de que estaba perdido y no sabía cómo regresar con su familia. "¡Ayuda! ¡No sé dónde estoy!", maullaba preocupado. Por suerte para Mishi, una amable perrita llamada Luna lo escuchó llorar y fue en su rescate.

"Tranquilo Mishi, yo te ayudaré a encontrar a tu familia", le aseguró Luna con cariño. Mientras tanto, mamá Gata, papá Gato, Pelusa y Garfield buscaban desesperadamente a Mishi por todo el parque. "¡Mishi! ¡¿Dónde estás? !", maullaban angustiados.

De repente vieron a lo lejos a Mishi acompañado por Luna dirigiéndose hacia ellos. "¡Mamá! ¡Papá! ¡Estoy aquí gracias a Luna!", exclamó Mishi emocionado. Todos se abrazaron felices al verse nuevamente juntos.

Agradecieron a Luna por su bondad y decidieron invitarla a jugar con ellos en el parque. "Gracias Luna por cuidar de nuestro hijo. Eres bienvenida siempre en nuestra casa", dijo mamá Gata con gratitud. Desde ese día, la familia de gatos amplió su círculo de amigos incluyendo a Luna entre ellos.

Aprendieron que la amistad no tiene barreras ni diferencias entre especies y que siempre es importante estar dispuesto a ayudar al prójimo cuando lo necesite.

Y así continuaron viviendo aventuras juntos, compartiendo momentos inolvidables junto con sus nuevos amigos del vecindario. Porque al final del día lo más importante es tener amor en el corazón para poder abrirlo hacia quienes nos rodean.

FIN.

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