El gato de la suerte



Había una vez un gato llamado Pelusa que vivía en un pequeño rincón de la ciudad en una casa de cartón.

Pelusa era un gato alegre y cariñoso que disfrutaba de largas siestas al sol y de explorar los rincones más escondidos del vecindario. Sin embargo, un día unas personas le dijeron que los gatos como él traían mala suerte. Esto entristeció mucho a Pelusa, pues no entendía por qué alguien podría pensar eso de un simpático minino como él.

A partir de ese momento, se sintió muy mal y pensó que no era querido por nadie. Pero, un día, mientras deambulaba por las calles, conoció a una gata majestuosa llamada Reina.

Ella era la líder de todos los gatos del barrio y también era conocida por sus maravillosos hechizos. Reina se acercó a Pelusa y le dijo:

"- ¡Hola, amiguito! Veo que estás un poco triste.

¿Qué te sucede?" Pelusa le contó su historia a Reina, quién con voz dulce le dijo:

"- No te preocupes, querido Pelusa. Voy a ayudarte. Seguro que podemos cambiar esa mala suerte por algo mejor."

Con un par de movimientos de su varita mágica, Reina le dijo a Pelusa que a partir de ese día, él sería el gato de la suerte.

La noticia pronto se extendió por el vecindario, y las personas que antes evitaban a Pelusa, ahora lo buscaban para acariciarlo y pedirle un deseo.

El pequeño gato, ahora rebautizado como —"Suerte" , se convirtió en el centro de atención. Se hizo amigo de todos y pasó de sentirse triste a ser el más feliz de la vecindad.

Reina había demostrado que con un poco de magia y amistad, se puede cambiar el destino. Desde ese día, Pelusa, o mejor dicho, Suerte, supo que lo importante no es lo que los demás puedan decir de uno, sino cómo uno elige verse a sí mismo.

Y a pesar de los prejuicios y las creencias de algunas personas, él sabía que era especial y que su amistad traía mucha alegría a quiénes lo rodeaban.

Y así, Pelusa, el gato de la suerte, vivió feliz para siempre, recordando siempre con cariño a su amiga Reina, quién le enseñó que nada es imposible cuando se tiene bondad en el corazón.

FIN.

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