El gato, el dragón y la noche lluviosa
En un bosque mágico, una noche lluviosa, un pequeño gato llamado Luna se encontraba perdido y asustado. La lluvia caía con fuerza, y Luna no sabía qué hacer. De repente, un relámpago iluminó el cielo y, en ese instante, apareció un majestuoso dragón llamado Fuego.
- ¿Qué haces aquí, pequeño gato? -preguntó el dragón con voz profunda.
- Estoy perdido y no sé cómo regresar a mi hogar -respondió Luna con timidez.
- No temas, te ayudaré. Sígueme -dijo el dragón extendiendo su enorme ala.
Luna, con algo de temor pero también de esperanza, siguió al dragón a través del bosque. En el camino, Fuego le contó historias de valentía, amistad y superación. Luna, maravillado por las historias del dragón, empezó a sentirse más valiente y decidido a encontrar su camino de regreso.
Finalmente, llegaron a la orilla de un río desbordado. La corriente era fuerte y no parecía haber forma de cruzarlo.
- ¿Ahora qué haremos? -preguntó Luna, preocupado.
- No te preocupes, amigo gatito. Juntos encontraremos una solución -dijo Fuego con confianza.
El dragón extendió sus alas y, con un poderoso soplido, creó un puente de vapor que atravesaba el río. Luna cruzó con cuidado, maravillado por el increíble poder del dragón.
Al llegar al otro lado, Luna divisó su hogar a lo lejos. Estaba emocionado por regresar, pero también triste de despedirse de su nuevo amigo.
- Gracias por todo, Fuego. Nunca olvidaré tu valentía y bondad -dijo Luna con gratitud.
- Ha sido un honor ayudarte, pequeño amigo. Recuerda que la valentía no reside en el tamaño o la fuerza, sino en el corazón -respondió el dragón con una sonrisa.
Luna se despidió del dragón y corrió hacia su hogar, con la determinación y valentía que le había dado su aventura. Desde ese día, Luna supo que, sin importar lo difícil que parezca algo, siempre habrá una solución si uno es valiente y perseverante.
FIN.