El gato, el meteorito y la croqueta perdida
Había una vez un gato travieso llamado Tito, que siempre andaba en busca de aventuras y travesuras.
Un día, Tito se escapó a la cocina y se comió la croqueta del perro, a pesar de que sabía que no debía hacerlo. Esa noche, Tito comenzó a sentirse mal y su dueño, Martín, lo llevó de urgencia al veterinario. Mientras esperaban en la sala de espera, un ruido estruendoso estremeció el edificio.
Todos salieron corriendo a la calle y descubrieron que un meteorito había caído en el parque cercano. Los científicos y curiosos se agolpaban alrededor del impacto. Tito, asustado, se abrazó a Martín.
Fue entonces cuando el veterinario se acercó a ellos y les explicó que el susto del meteorito le había quitado la preocupación de la croqueta. Sin embargo, también les dijo que debían cuidar mejor de Tito y enseñarle a tomar decisiones más responsables.
A partir de ese día, Martín y Tito se convirtieron en los cuidadores del parque y también en los guardianes de un secreto asombroso: entre el cráter del meteorito encontraron una hermosa roca espacial con destellos de colores.
Tito aprendió la importancia de la responsabilidad y el cuidado de los demás, y juntos disfrutaron de su nueva misión de proteger la maravillosa piedra cósmica.
FIN.