El gato NeKo y la riña con el perro Gandy



En un pequeño pueblo llamado Patitas Felices vivía un gato curioso y juguetón llamado NeKo. NeKo adoraba pasear por las calles del pueblo, saltando de tejado en tejado y saludando a todos los vecinos.

Un día, NeKo se cruzó con Gandy, un perro grande y amigable pero algo brusco. "¡Miau! ¡Hola, Gandy! ¿Cómo estás hoy?" -maulló NeKo con entusiasmo. Gandy, levantando la cabeza, gruñó: "¡Guau! ¡No me hables, gato presumido! No te soporto con tu actitud engreída."

NeKo se sintió ofendido y respondió: "¡Miau! No soy engreído, solo soy valiente y curioso. No tengo miedo de explorar el mundo." Gandy se burló: "¡Guau! Eso es pura habladuría, NeKo. Los gatos son cobardes y asustadizos.

No tienes nada que hacer frente a un perro como yo." NeKo, desafiante, replicó: "¡Miau! ¡Eso no es cierto! Podría vencer a un perro como tú si quisiera." Gandy, enfurecido, gruñó: "¡Guau! Entonces demuéstralo. Te reto a una carrera por todo el pueblo.

Si ganas, te demostraré respeto, pero si pierdes tendrás que disculparte por tu arrogancia." NeKo aceptó el desafío, sin dudarlo. La carrera empezó y NeKo desplegó toda su agilidad y velocidad, saltando ágilmente entre los obstáculos.

Gandy, con su tamaño y fuerza, intentaba alcanzar a NeKo con cada zancada. La carrera era reñida, y los espectadores animaban a ambos participantes. Al final, NeKo logró llegar a la meta justo antes que Gandy.

Extenuado, el perro admitió: "¡Guau! ¡Impresionante, NeKo! Eres rápido y valiente, te pido disculpas por subestimarte." NeKo sonrió y respondió: "¡Miau! Gracias, Gandy. Ahora sé que no debo juzgar a otros por su apariencia o especie. Todos tenemos talentos y virtudes diferentes, y eso es lo que nos hace especiales."

Desde ese día, NeKo y Gandy se volvieron buenos amigos, compartiendo aventuras y aprendiendo el uno del otro. Sus diferencias les brindaron enseñanzas valiosas, recordándoles que la amistad y el respeto van más allá de las apariencias.

Y así, en Patitas Felices, la amistad entre un gato y un perro floreció para siempre.

FIN.

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