El gato perdido
Era una tarde tranquila en el local de comida para mascotas de papá. Aneley estaba detrás del mostrador ayudando a su papá a empacar los pedidos mientras él preparaba la comida fresca para los clientes animals.
De repente, Aneley escuchó un ruido extraño que venía del almacén. Se asomó por la puerta y vio algo moviéndose entre las cajas de suministros. - Papá, hay algo en el almacén - dijo Aneley con temor.
Papá se acercó rápidamente y juntos entraron al almacén. Lo que encontraron allí era muy extraño: había un pequeño gato negro atrapado entre las cajas. - ¿Cómo llegaste aquí? - preguntó Aneley mientras lo liberaba con cuidado.
El gato parecía asustado y hambriento, así que decidieron darle algo de comer antes de buscar a sus dueños. Le dieron un poco de pollo cocido y agua fresca, y el gato devoró todo en segundos.
Mientras tanto, otros clientes empezaron a llegar al local buscando comida para sus mascotas. Pero cuando veían al pequeño gato negro comiendo felizmente, todos se detenían sorprendidos. - ¡Ese es Salem! - exclamó una señora emocionada. - Lo hemos estado buscando por toda la ciudad desde hace días.
Resulta que Salem era el gato perdido de esta señora y su familia. Había escapado después de asustarse durante una tormenta eléctrica cerca de su casa.
La señora estaba tan feliz y agradecida que no podía contener las lágrimas. - Muchas gracias por cuidar de Salem - dijo la señora mientras abrazaba a Aneley y a su papá. - No sé cómo podré agradecerles lo suficiente.
Papá y Aneley se sintieron muy felices de haber ayudado, pero también se dieron cuenta de algo importante: todos los animales necesitan amor, cuidado y atención, incluso aquellos que están perdidos o abandonados.
Desde ese día en adelante, el local de comida para mascotas se convirtió en mucho más que un simple negocio. Se convirtió en un lugar donde las personas podían encontrar ayuda y apoyo para sus mascotas, así como una comunidad amigable donde todos eran bienvenidos. Y todo empezó con un pequeño gato negro llamado Salem.