El gato volador
En la bulliciosa ciudad de Buenos Aires, vivía un gato muy especial llamado Mishi.
Mishi no era un gato común y corriente, ¡sino que podía volar! Esto no era algo que sucediera todos los días, así que Mishi se convirtió en el centro de atención de todos. Los vecinos se maravillaban al verlo planeando por los techos, y los niños se reunían para jugar con él.
Un día, mientras volaba sobre la plaza, Mishi vio a un grupo de niños tristes porque no tenían un juguete para divertirse. Decidido a hacer algo al respecto, Mishi voló hasta una tienda de juguetes y, con la ayuda del amable dueño, recolectó una gran cantidad de juguetes para regalar a los niños.
"Miren lo que tengo para ustedes, pequeños amigos", maulló Mishi mientras los niños saltaban de alegría al ver los juguetes. A partir de ese día, Mishi se convirtió en el gato volador altruista que ayudaba a quienes lo necesitaban.
Su fama se extendió por la ciudad, y las personas comenzaron a dejar comida y agua en los techos para él. Mishi enseñó a todos que, no importa quién seas, siempre puedes hacer algo bueno por los demás.
Y así, volando por los cielos de Buenos Aires, Mishi demostró que los actos de bondad pueden cambiar el mundo.
FIN.