El gato y el perro amigos por siempre



Había una vez en un vecindario muy especial, un gato llamado Simón y un perro llamado Toby. A pesar de que se dice que los gatos y los perros no se llevan bien, Simón y Toby eran los mejores amigos.

Pasaban todo el día juntos, corriendo, saltando y explorando el jardín.

"¡Toby, ven a jugar conmigo!" exclamaba Simón mientras saltaba de un lado a otro, y Toby respondía con entusiasmo: "¡Allá voy, amigo!" Juntos se divertían sin importar la hora del día. Un día, mientras jugaban cerca de un árbol, vieron a un pajarito que se había caído de su nido. Simón y Toby se acercaron con cuidado y encontraron al pajarito asustado.

Toby, con su hocico suave, lo levantó con cuidado y lo llevó al nido, mientras Simón se mantuvo atento por si venía la mamá pájaro. El pajarito volvió a estar a salvo gracias a la valiente acción de Simón y Toby.

Esa noche, cuando el sol se empezaba a esconder, Simón y Toby se recostaron juntos bajo las estrellas. "Amigo Toby, hoy juntos salvamos a un nuevo amigo." dijo Simón con una sonrisa. "Así es, Simón. Juntos podemos hacer grandes cosas." respondió Toby.

Desde ese día, Simón y Toby se convirtieron en los guardianes del jardín, ayudando a todos los animales que necesitaban su ayuda. La amistad entre un gato y un perro demostró que, a pesar de las diferencias, juntos pueden lograr grandes cosas.

Y así, Simón y Toby siguieron siendo amigos por siempre.

FIN.

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