El gato y el ratón de campo
En un hermoso campo verde vivía un astuto gato llamado Matías y un dulce ratoncito llamado Benito.
A pesar de que en la jungla la relación entre gatos y ratones suele ser de caza y persecución, Matías y Benito eran muy diferentes. Matías no quería cazar a Benito, y Benito no tenía miedo de Matías. Un día, Matías vio a Benito corriendo entre los tallos de maíz y decidió acercarse a él.
-Hola, ¿cómo estás, Benito? - le dijo Matías con amabilidad. -Muy bien, gracias, Matías. ¿Y tú? - respondió Benito con una sonrisa. Matías le explicó a Benito que quería ser su amigo y que no tenía ningún interés en cazarlo.
Benito, sorprendido, decidió confiar en el gato y aceptó su amistad. A partir de ese día, Matías y Benito se volvieron inseparables. Juntos exploraban el campo, jugaban y se protegían mutuamente.
Un día, mientras jugaban cerca de un arroyo, Benito cayó en un remolino de agua y comenzó a ser arrastrado. Matías, sin dudarlo, se zambulló en el arroyo y rescató a su amigo. A partir de ese momento, Benito entendió que la amistad verdadera no conoce de diferencias y que siempre se cuidarían mutuamente.
Los dos amigos demostraron que la amistad puede superar cualquier barrera, incluso la natural entre un gato y un ratón. Desde entonces, en el campo se hablaba de la increíble amistad entre Matías y Benito, inspirando a otros animales a respetar y valorar las diferencias.
FIN.