El gigante melodioso
Había una vez un gigante llamado Gordon, que vivía en una cueva en lo alto de la montaña. A pesar de su tamaño y fuerza, Gordon se sentía muy solo.
Todos los días miraba hacia abajo desde su cueva y veía a los niños jugando en el parque cerca del río. Un día, mientras observaba a los niños jugar, escuchó una canción muy hermosa.
La música provenía de un hombre con una guitarra que estaba tocando en el parque. El gigante quedó fascinado por la melodía y decidió que quería conocer al músico. Gordon bajó de la montaña y caminó hacia el parque donde estaba Lito Nebbia tocando su guitarra.
Cuando llegó allí, todos los niños se asustaron al verlo por su gran tamaño y huyeron corriendo. Lito Nebbia no tenía miedo del gigante y le preguntó: "¿Qué te trae aquí amigo?". Gordon respondió tímidamente: "Escuché tu música desde mi cueva y decidí conocerte".
Lito sonrió amablemente y comenzó a tocar otra canción para el gigante. Gordon cerró sus ojos enormes mientras escuchaba la música con atención.
Después de terminar la canción, Lito le preguntó: "¿Te gustaría cantar conmigo?"El gigante nunca había cantado antes pero acepto encantado la invitación del músico argentino. "No sé si puedo hacerlo", dijo nerviosamente Gordon. "No te preocupes", respondió Lito tranquilizadoramente. "Solo tienes que seguir mi ritmo". Así fue como comenzaron a cantar juntos.
La voz del gigante era muy grave y profunda, y se escuchaba por todo el parque. Los niños que habían huido antes regresaron corriendo al escuchar la música.
La gente comenzó a rodearlos y pronto se formó una gran audiencia. Todos estaban asombrados de ver a un gigante cantando con Lito Nebbia. Gordon había encontrado algo nuevo en su vida que lo hacía feliz: la música.
Desde ese día en adelante, el gigante visitaba regularmente el parque para tocar y cantar con Lito Nebbia. Y así, gracias a la música, Gordon ya no estaba solo nunca más.
Había encontrado amigos verdaderos en los niños del parque y en Lito Nebbia, quien se convirtió en su mentor musical.
FIN.