El gigante y la ardilla valiente



Había una vez un ogro verde llamado Felipe que vivía en un bosque encantado. Aunque era grande y asustaba a todos los animales con su apariencia, en realidad era un ogro muy amable y cariñoso.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Felipe se encontró con una pequeña ardilla llamada Lola. Ella estaba triste porque había perdido su hogar debido a la tala de árboles.

Felipe se acercó lentamente a ella y le preguntó:- ¿Qué te pasa, Lola? Pareces muy triste. - ¡Oh, querido ogro! Perdí mi hogar y ahora no tengo donde vivir -respondió la ardilla llorando. Felipe sintió mucha pena por Lola y decidió ayudarla.

Le ofreció su casa en el bosque mientras buscaban una solución para encontrarle un nuevo hogar. Juntos fueron en busca del sabio búho del bosque para pedirle consejo.

El búho les explicó que existía un árbol mágico al otro lado del río que podía crecer rápidamente y proporcionar refugio a muchos animales. Pero el problema era que solo alguien valiente podría cruzar el río lleno de peligrosas corrientes. Felipe miró fijamente al búho y dijo:- No se preocupe, señor búho, yo puedo hacerlo.

Soy fuerte y valiente. Lola sonrió emocionada ante la valentía de Felipe. Juntos se dirigieron al río y comenzaron a cruzarlo con mucho cuidado. El agua estaba fría e imponente, pero Felipe no dejaba que eso lo detuviera.

Justo cuando estaban a punto de llegar al otro lado, una corriente fuerte arrastró a Lola y la llevó lejos. Felipe, sin pensarlo dos veces, se lanzó al agua para salvarla.

Nadó con todas sus fuerzas hasta alcanzarla y la llevó de vuelta a tierra firme. - ¡Gracias, Felipe! -dijo Lola mientras tosía agua-. Eres el ogro más valiente que he conocido. Felipe sonrió orgulloso y juntos continuaron su camino hacia el árbol mágico.

Al llegar, encontraron un lugar seguro para construir un nuevo hogar para Lola y todos los animales del bosque que habían perdido sus casas.

Con el tiempo, ese rincón del bosque se convirtió en un lugar lleno de vida y felicidad gracias a la valentía y bondad de Felipe. Los animales siempre estarían agradecidos por su ayuda desinteresada. Desde aquel día, los animales del bosque aprendieron que no hay que juzgar por las apariencias externas.

El ogro Felipe demostró ser amable y valiente, enseñándoles una gran lección sobre la importancia de ayudar a los demás sin importar cómo sean por fuera. Y así fue como el ogro verde llamado Felipe se convirtió en un héroe inesperado en el corazón del bosque encantado.

FIN.

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