El Gigante y los Juegos para los Niños



En una pequeña aldea, los niños no tenían ningún juego para divertirse.

El gigante que vivía en las montañas cercanas veía con tristeza a los pequeños que no tenían con qué entretenerse, así que decidió bajar a la aldea para ayudar. - Buen día, aldeanos. He venido para ayudar a construir juegos para los niños – dijo el gigante con una sonrisa. Los aldeanos, sorprendidos, aceptaron encantados la ayuda del gigante.

Juntos, pensaron en diferentes juegos que podrían construir: columpios, toboganes, un laberinto de arbustos y una cancha de fútbol. El gigante, con su fuerza y altura, levantó los postes para los columpios, cortó los troncos para el tobogán y abrió caminos para el laberinto.

Los aldeanos, con su ingenio y destreza, ayudaron a darle forma a cada juego. Pronto, la aldea se llenó de risas y juegos. Los niños corrían de un lado a otro, emocionados con los nuevos entretenimientos.

- ¡Gracias, gigante! – exclamaron los niños, abrazando al amable gigante. El gigante sonrió, feliz de ver a los niños tan contentos. Con el tiempo, la aldea se convirtió en un lugar alegre y colorido, en el que los niños podían jugar y aprender.

El gigante, con su bondad, había traído la felicidad a todos. Desde entonces, la aldea se conoció como 'El lugar donde los niños juegan felices'.

FIN.

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