El Girasol Brillante



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una escuela llamada "El Girasol". En esta escuela, todos los niños se conocían y eran amigos. Pero un día, llegó una niña nueva que nadie conocía.

Su nombre era Sofía y tenía el cabello rizado y negro como el carbón. Sus ojos brillaban como dos luceros en la noche. Era tímida pero muy curiosa, siempre observando todo a su alrededor.

Cuando Sofía llegó a la escuela por primera vez, todos los niños la miraron con curiosidad. Algunos murmuraban entre ellos preguntándose quién sería esa niña desconocida. Los más valientes decidieron acercarse a ella para conocerla.

"¡Hola! Soy Juanito ¿y tú?" -dijo uno de los niños mientras extendía su mano hacia Sofía. Ella sonrió tímidamente y respondió: "Mucho gusto, soy Sofía". A medida que pasaba el tiempo, Sofía comenzó a hacer nuevos amigos en la escuela.

Descubrió que les gustaba jugar al fútbol durante el recreo y aprender cosas nuevas en clase. Sin embargo, también notó algo triste: algunos de sus compañeros no estaban tan interesados en estudiar como ella lo estaba.

Un día, mientras jugaban en el patio del colegio, Sofía decidió hablar con sus amigos sobre esto:"Chicos, me he dado cuenta de que muchos no están prestando atención en clase. ¿No les gusta aprender?"Los niños se encogieron de hombros y dijeron: "Es aburrido".

Sofía pensó por un momento y luego tuvo una idea brillante:"¿Qué tal si hacemos que aprender sea divertido? Podríamos hacer juegos para estudiar y resolver problemas juntos". Los niños se miraron unos a otros, intrigados por la propuesta de Sofía.

Decidieron intentarlo y comenzaron a crear juegos educativos para todas las asignaturas. Con el tiempo, los juegos de Sofía se volvieron tan populares entre los niños que incluso otros cursos comenzaron a unirse.

La escuela entera estaba emocionada por aprender de una manera diferente y divertida. El director del colegio se enteró de lo que estaba sucediendo y decidió premiar a Sofía por su iniciativa.

Le entregó una medalla al mérito y le dijo:"Sofía, gracias a ti hemos descubierto lo maravilloso que es aprender. Tu creatividad ha inspirado a todos en esta escuela". Desde ese día, El Girasol se convirtió en un lugar donde la diversión y el aprendizaje iban de la mano.

Los niños estaban emocionados por ir al colegio cada día y siempre buscaban nuevas formas de aprender juntos. Y así, gracias a una niña llamada Sofía, todos comprendieron que el conocimiento no tiene límites cuando se combina con la imaginación y el juego.

FIN.

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