El Girasol Curioso



Había una vez en un campo hermoso, un girasol muy curioso llamado Solito. Solito siempre estaba ansioso por aprender y descubrir nuevas cosas.

Un día, mientras miraba al sol, le preguntó: ¿Por qué siempre estás en el mismo lugar? El sol le respondió con paciencia: Porque es mi deber iluminar y dar calor a todas las plantas y flores. Entonces, Solito decidió seguir el ejemplo del sol y ofrecer su amor y ayuda a sus compañeros de campo.

Pronto, se convirtió en un girasol muy querido por todos. Una vez, una pequeña mariquita estaba triste porque no podía volar alto como las demás. Solito le enseñó que, aunque no pudiera volar, podía caminar con firmeza y llegar lejos.

La mariquita se animó y agradeció a Solito su sabia enseñanza.

La moraleja de esta historia es que todos, aunque seamos diferentes, podemos ofrecer amor y enseñanzas que enriquezcan la vida de los demás, al igual que Solito con sus compañeros del campo.

FIN.

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