El gol de Joaquín
Joaquin estaba emocionado por empezar a jugar al fútbol con los chicos del barrio. Era su deporte favorito y siempre había querido formar parte de un equipo.
Pero pronto se dio cuenta de que tenía poco tiempo libre durante la semana para practicar. "No sé cómo voy a hacer para jugar al fútbol todos los días, tengo muchas cosas que hacer en casa y deberes que cumplir"- dijo Joaquin preocupado a su mamá.
"Lo importante es aprender a organizarte, hijo"- le respondió su mamá con una sonrisa tranquilizadora. "¿Cómo puedo hacer eso?"- preguntó Joaquin intrigado.
Su mamá le explicó que lo primero era establecer un horario semanal en el que pudiera dedicar tiempo tanto al fútbol como a sus responsabilidades en casa y en la escuela. También le sugirió que hablara con su papá para ver si podía ayudarlo con algunas tareas del hogar.
Con el plan en marcha, Joaquin comenzó a jugar al fútbol regularmente después de la escuela. A veces tenía que saltarse las prácticas si tenía mucho trabajo escolar o alguna tarea pendiente en casa, pero sabía que eso era parte de ser responsable.
Un día, mientras jugaba un partido importante contra otro equipo local, uno de sus compañeros se lesionó gravemente y tuvo que salir del campo. El entrenador miró hacia Joaquín y lo llamó para entrar como sustituto.
Joaquín estaba nervioso pero emocionado por tener la oportunidad de demostrar lo bueno que era. Y así fue: anotó dos goles decisivos y ayudó a su equipo a ganar el partido. Después del partido, Joaquín se sintió muy orgulloso de sí mismo.
Había logrado combinar su pasión por el fútbol con sus responsabilidades en casa y en la escuela, y había demostrado que era un jugador valioso para su equipo.
Desde entonces, Joaquín continuó jugando al fútbol con entusiasmo y dedicación, siempre encontrando tiempo para practicar mientras mantenía sus tareas diarias bajo control. Aprendió que cuando te organizas bien y trabajas duro, puedes alcanzar cualquier meta que te propongas.
FIN.