El gol de la amistad



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un niño llamado Mateo. Mateo era un niño especial, pues tenía autismo.

A pesar de las dificultades que enfrentaba a diario, Mateo siempre estaba lleno de curiosidad y entusiasmo por descubrir el mundo que lo rodeaba. Un día, mientras paseaba por el parque con su madre, Mateo vio a un grupo de niños jugando al fútbol. Se acercó tímidamente y les preguntó si podía unirse a ellos.

Los niños lo miraron con sorpresa, algunos murmuraban entre ellos, pero finalmente decidieron darle una oportunidad. "¿Querés jugar con nosotros?", le preguntó uno de los niños. Mateo asintió emocionado y se colocó en la portería.

Para sorpresa de todos, Mateo resultó ser un excelente portero, deteniendo cada disparo que iba hacia él con una precisión increíble. Los niños no podían creer lo bueno que era Mateo jugando al fútbol.

Después del partido, los niños se acercaron a Mateo y le dijeron lo bien que había jugado. Desde ese día, Mateo se convirtió en parte del equipo de fútbol del pueblo y sus habilidades como portero ayudaron al equipo a ganar muchos partidos.

Poco a poco, Mateo fue ganando confianza en sí mismo y haciendo nuevos amigos. Aprendió a comunicarse mejor con los demás y a trabajar en equipo. Su alegría y entusiasmo eran contagiosos para todos los que lo conocían.

Un día, el equipo de fútbol decidió participar en un torneo regional. Todos estaban nerviosos, pero Mateo irradiaba calma y confianza.

Durante el torneo, el equipo tuvo que enfrentarse a situaciones difíciles, pero gracias al espíritu luchador de Mateo lograron llegar a la final. En el último partido, el marcador estaba empatado y todo dependía de un penal. El capitán del equipo miró a Mateo y le dijo:"Confiamos en vos para detener este penal".

Mateo respiró hondo, se concentró y logró detener el disparo decisivo. El equipo estalló en júbilo y levantaron a Mateo en hombros como héroe del partido.

Desde ese día, todos en Villa Esperanza admiraban a Mateoy su historia se convirtió en inspiración para muchos otros niños con autismo o alguna dificultad especial. Mateodemostróa todos queno hay límites cuando hay pasióny determinaciónen lo quedecimos hacer. Una historiade superacióny amistadque recordaríany compartiríanpor siempreenVillaEsperanza. fin

FIN.

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